En la cárcel los días son más largos, las ratas más gordas y los muertos más baratos…
Es un mundo difícil de imaginar por quienes están afuera y que solamente conocemos quienes lo hemos recorrido. Es una concepción distinta del bien y del mal, de la vida y la muerte, del tiempo y el espacio.
Yo pensé que nunca me iba a habituar, hasta que te das cuenta de lo inútil que es asustarte, quitarte un zapato apresurado para tratar de matar una cucaracha, cuando de pronto, descubres otra todavía más grande, más veloz y más lejos de tu alcance.
Poco a poco pasas del susto al asco, del asco al enojo, al hartazgo, al fastidio, al cansancio y finalmente, a la TOLERANCIA.
No hay compromisos más fuertes que los hechos en la cárcel. El encierro y las vejaciones te identifican y te acercan. Tus experiencias y las mías… y en medio de todos: la droga como un dios…
Cualquier cosa puede ser motivo de una pelea: un comentario, una estupidez, una risa, una mirada…
Las celdas son cuartos cerrados, atestados de cosas, donde se multiplican las cadenas delictivas, crecen las redes criminales, los contctos aumentan y los compromisos se fortalecen; son celdas de menos de 20 mts cuadrados, en las q viven más de 20 personas…Todo apesta! el excusado siempre tapado, la comida que se echó a perder; los humores de más de 20 cuerpos sin baño, el sudor de la miseria y el miedo, la peste insoportable de los pies….Los hedores de la sangre seca y las llagas infectadas, pero por encima de todo está el imperioso olor a mota, que se pega en toda la ropa y se queda en la piel….
Y lo peor es que aquí en la cárcel la diferencia entre estar vivo o muerto puede ser un solo peso…..
Ojalá sean de su agrado… y pues una visión “diferente” de lo que llamamos PRISIÓN