El Armisticio del 11 de noviembre de 1918, también conocido
como Armisticio de Compiègne, fue un tratado firmado el 11 de noviembre de 1918
a las 5.20 de la mañana (entró en vigor a las 11.00 de ese día), entre los
Aliados y el Imperio alemán, en el vagón de un tren en el bosque de Compiègne,
con el fin de terminar las hostilidades en el Frente Occidental de la Primera
Guerra Mundial.
Las duras condiciones impuestas a Alemania (ratificadas más
adelante en el Tratado de Versalles que realmente dio fin a la guerra)
generaron gran descontento entre la población y sirvieron de argumento a los
movimientos nacionalistas.