Es una de las recomendaciones culinarias más frecuentemente
repetidas para el visitante de la ciudad de Arica, y está al fondo del
tradicional Mercado Colón, de la calle del mismo nombre esquina Maipú. Empero,
nada adelanta realmente la sabrosura de esta singular receta hasta que se la
tiene ante nuestra nariz y tocando la lengua; ni siquiera esos gemidos de
disfrute total que suelen emitir ante las cámaras reporteros y personalidades
públicas que tienen la dicha de probarla en la ciudad más nortina de Chile.
Nadie desconoce la "Copa Martínez" en Arica, pues
ya se ha vuelto parte de la identidad colectiva y culinaria. Algunos se han
aventurado a compararla con la llamada leche de tigre peruana o esas cañas
rebosantes de jugo de mariscos y de cebiche que se ofertan en los mercados de
Mapocho en Santiago, pero no guarda semejanzas auténticas con esa otras
sabrosuras: es más bien una preparación que combina elementos de los huevos a
la ostra, el cebiche y el mariscal, resultando una fresca receta única y sin
parangón, además de muy superior a otros experimentos con mariscos, pescados y
limones que pueden verse en restaurantes de aire marino, para nuestro gusto.
Como a las anteriores, sin embargo, también se le atribuyen poderes de
"levantamuertos" (recuperación después de un trasnoche) y
afrodisíacos -medio en broma y medio en serio-, al punto de que algunos lo
apodan "El Viagra Chileno".
La "Copa Martínez" es exclusividad del reputado
restaurante "Caballito de Mar", local N° 22 del Mercado Colón, local
apodado antaño como "La Catedral del Cebiche en Chile". La copa
cuenta con marca registrada en el Ministerio de Economía y sólo ellos pueden
ofertarla, bloqueando así varios intentos de apoderarse de la copa entre otros
comerciantes y hasta algunas ambiciones por arrebatarle la creación a la
familia. Es tal el celo que los Martínez tienen por su preciado símbolo que
incluso se resisten a comerciarla fuera del local y a vender franquicias para
que otros puedan ofrecerla respetando su denominación y creadores.
La copa y el propio boliche son feliz producción de don Juan
Martínez Valderrama, quien fue un querido comerciante y vecino ariqueño hijo de
chileno y boliviana, casado con ciudadana de origen paceño, padre de la
generación de Martínez que actualmente se encargan del "Caballito de
Mar". El negocio ofrece desde sus inicios en los ochenta mariscales,
peroles, cebiches varios, pailas marinas, pescados fritos y generosidades del
mar en general, pero la "Copa Martínez" surge casi espontáneamente a
partir de un platillo que don Juan gustaba de comer a modo de reconstituyente
para trasnochados o enfiestados. Lo creó un día de aquellos, mezclando
productos para combatir una fuerte resaca con la que había despertando,
logrando dar así con la mezcla ideal a partir de los huevos a la ostra,
mezclados con cucharadas de productos marinos al limón en abundancia.
Su copa se sirve muy fría y resultó interesante para el gusto de los ariqueños; casi fundamental para aquellos que andaban con la caña mala, diríamos, por lo que pasó rápidamente a la carta desde donde nunca ha salido, hará ya unos 20 ó 25 años. Sumada su sabrosura y su poder de pócima "levantamuertos" a la fama de ser también esa suerte de "Viagra Chileno", el éxito ha sido rotundo para la copa.
En términos generales, la copa lleva huevo crudo con jugo de
limón, que se va batiendo y tomando consistencia mientras se agrega la pimienta
y la sal, seguida de jugo de cuatro cebiches de pescado y mariscales a la vista
en el mostrador, muy frescos, más algunas cucharadas del sólido, de
molusquillos, de piures y más zumo, con detalles y proporciones de la receta
que pertenecen al secreto culinario de la casa. Terminada, tiene un color
blanquecino amarillento, y principalmente de consistencia mixta. Servida en la
copa cercana al medio, su sabor es una bofetada de placer en el paladar y se
vuelve casi adictiva de inmediato. Difícil sería probarla una sola vez en la
vida.
La copa de insuperable caldo marino muy frío ha sido aplaudida y difundida públicamente varias veces: entre otros, por el escritor nacional Enrique Lafourcade, el guaripola guachaca Dióscoro Rojas (que quedó inmortalizado en una célebre fotografía de hace unos tres años), el periodista Marcelo Garay (con un jocoso artículo de "La Cuarta" del 24 de febrero de 2006, titulado "Con vieja 'Copa Martínez' no pasa planchas en ring de 4 perillas") y el reportero gastronómico boliviano Fernando Cervantes Crevoisier. Durante el año 2010, a propósito de los festejos del Bicentenario Nacional, también hubo interés en Arica por proponer la "Copa Martínez" para un reconocimiento como un platillo bicentenario y patrimonio gastronómico chileno.
Don Juan Martínez falleció el año 2004, dejando para Arica
uno de sus símbolos culinarios más potentes y hasta internacionalizados, ya que
cada año son cientos los turistas que llegan a conocer la célebre y energizante
copa en el premiado restaurante. Sus hijos han continuado la tradición, y doña
Jacqueline Martínez Blanco hasta se hace el tiempo para explicar generosamente
a los visitantes sobre la naturaleza de este elíxir, acompañada de su hermana
Consuelo. Su hermano Juan, en tanto, además de trabajar también en el local,
desarrolla labores deportivas y de perfil social a través de un exitoso equipo
juvenil de waterpolo que patrocina y que lleva el mismo nombre del
"Caballito de Mar". También se instituyó una Copa Martínez de Fútbol,
para campeonato local de balompié, por lo que la querida y solicitada copa
sigue acumulando aplausos incluso más allá de sus mesones y manteles.