En tiempos lejanos, cuatro fabulosos y hermosos nevados gobernaban nuestra tierra. Ellos estaban divididos en dos grandes imperios: el Illimani y el Illampu en el Oriente. El Sajama y el Tata Sabaya en el occidente. Ellos eran hermanos.
La montaña Tata Sabaya vivía en compañía de Cabaray, Sayani,
Coipasa y otros cuidadosamente atendidos por las chinchillas, las vicuñas y
avestruces.
En medio de esa vida de paz, el joven Tata Sabaya se sentía
enamorado de la bella T'allaThunupa, hija del mallku Toroni.
Cubriéndose de elegante ropaje visitó la casa de la
princesa. Los cumplidos para la bella Thunupa y los respetos para el genial
Toroni, fueron bien recibidos por parte del padre e hija.
Tata Sabaya satisfecho regresó a su mansión y comunicó sus
sentimientos a su hermano mayor Mallku Sajama. El hermano recibió la noticia
muy modesta, pensando que su hermano menor quería expandir sus dominios y con
prepotencia preparó un plan contra su hermano Tata Sabaya.
Una noche, a la cabeza del gran Sajama un ejército bien
armado sorprendió al joven Tata Sabaya que descansaba sin sospechar que estaba
rodeado.
Hondearon con inmensos bloques de piedra el cuerpo del joven
hasta que lograron destruir la blanca dentadura de platino que tenía el mallku
Tata Sabaya.
Muy herido, Tata Sabaya empezó a escupir sangre y fuego
sobre el salar de Coipasa que luego se convirtió en pequeñas colinas llamadas
ahora “qullu qullu”. Ante semejante ultraje, Tata Sabaya preparó a sus
colaboradores chinchillas y millones de “tujus” (roedores) para abrir inmensas
galerías en las entrañas del enemigo.
Una noche iniciaron el plan con todo empeño. Abrieron
galerías con salidas por todos los costados durante varios días. El enemigo
sentía morirse. Entonces los grandes mallkus: Illimani e Illampu intervinieron
imponiendo la paz.
Sajama muy herido curó sus heridas cuando caía una
granizada. Así se cubrió para siempre con un poncho blanco. El Tata Sabaya
celebró su matrimonio con la bella Thunupa al que asistieron los mallkus
supremos. Al oriente se colocaron el Illampu, el Illimani, el Mururata y el
Huayna Potosí. Al occidente el Sajama, el Larackawa, el Parinacota, Toroni y en
un sitio especial "Tata Sabaya y la soberana Talla Tunupa.
Otra vez retornó la calma. Hasta el día de hoy la nueva
pareja extiende sus dominios desde Carangas hasta los Lípez con dos grandes
mares de leche llamados Uyuni y Coipasa.
El Tata Sabaya es un volcán de 5 430 metros de altura
ubicado en Bolivia. Forma parte de la zona volcánica central, uno de los varios
cinturones volcánicos de los Andes que están separados por lagunas sin
actividad volcánica.
Esta sección de los Andes fue volcánicamente activa desde el
Jurásico, con un episodio de fuerte vulcanismo ignimbrítico que ocurrió durante
el Mioceno. Se encuentra en una región escasamente poblada al norte del salar
de Coipasa.
La actividad volcánica en el Tata Sabaya y en otras partes
de la zona volcánica central es consecuencia de la subducción de la placa de
Nazca por debajo de la placa sudamericana. El volcán se ha desarrollado a lo
largo de un lineamiento que separa la corteza más vieja al norte del
lineamiento de la corteza más joven en el sur, y la estructura ha sido formada
por rocas andesíticas.
El flanco sur del Tata Sabaya colapsó entre 12 000 y 12 360
años antes del presente, durante el último Pleistoceno. Los restos del colapso
entraron en un lago que cubría el salar de Coipasa en ese momento y formaron un
depósito con un volumen de 6 ± 1 kilómetro cúbico.
Posteriormente, la cicatriz del colapso se rellenó
parcialmente con flujos y domos de lava más recientes; la última erupción
ocurrió unos 6 000 años antes del presente aproximadamente