John Maynard Keynes probablemente es el economista que más
ha influido sobre la economía moderna, probablemente una de las personas que
más ha influido en el pensamiento del siglo XX, y me atrevo a pronosticar que
seguirá teniendo influencia durante el siglo XXI. Es conocido sobre todo por la Teoría
general del empleo, el interés y el dinero, pero también predijo graves
consecuencias en las sanciones que se impusieron a Alemania tras la primera
guerra mundial. Según Keynes acabarían llevando a la quiebra a Alemania y
provocarían conflictos en Europa. El resto, es historia. Tras el crack en la
bolsa de 1929 las economías occidentales se encontraban en una situación
deplorable, la gran depresión causó estragos y el mundo se encontraba en una
situación complicada. Aunque publicó su teoría general en 1936, sus ideas sobre
la economía ya llevaban tiempo poniéndose en práctica.
Si recordamos la fórmula mediante la que se calcula el
producto interior bruto (Y) es PIB=C+I+G+X-M. Según Keynes el consumo ( C )
depende de un consumo autónomo (a, que sería un poco lo mínimo que se consume)
y de un porcentaje de la renta disponible (b x Y). Al aumentar la renta se
aumenta el consumo que a su vez aumenta la renta. Llega un punto en el que se
encuentra en equilibrio en el círculo y la economía se estabiliza.
Según el modelo neoclásico en un mercado libre el desempleo
existe. Las personas que están desempleadas es porque exigen un sueldo
demasiado alto respecto a su capacidad de producción. Estas personas podrían
encontrar trabajo reduciendo sus expectativas salariales. En el modelo
neoclásico con salario mínimo y desempleo, al eliminarse el mínimo los
desempleados encontrarían empleo, porque los empresarios contratarían a más
gente.
En contraposición el modelo del empleo Keynesiano reflejaría
mejor la situación de la gran depresión. Según este modelo el problema que
tenemos con este sistema es que en ocasiones la producción es inferior a lo
deseable y por eso se produce desempleo. Al existir desempleados no adquieren
bienes y servicios y las empresas no contratan a más gente porque no hay
suficiente demanda. Keynes propone es aumentar el gasto público (G), de forma
que aumentando el gasto publico se aumente el empleo el cual a su vez vuelva a
crear empleo hasta volver a alcanzar otro punto de equilibrio. En la
ilustración sería pasar de donde se cruzan la línea roja y la azul a donde se
cruzan la línea verde y la azul. La traza azul son todos lo puntos de
equilibrio, en los que el la oferta es igual a la demanda.
El modelo Keynesiano fue criticado duramente por Milton
Friedman años más tarde, entre otras razones porque las políticas económicas de
expansión de demanda funcionan correctamente y en muchas ocasiones provocan
inflación. No obstante casi todos los estados del mundo han aplicado alguna vez
(y siguen aplicando) el aumentar el gasto público para mejorar la situación
económica. El endeudamiento que necesita el estado para gastar más de lo que
ingresa provoca que en el futuro haya deuda que devolver (de aquí vienen las
políticas de déficit cero). Ante esta consecuencia de la política keynesiana,
es famosa la frase de Keynes, a largo plazo todos muertos.
Con la actual situación de crisis se puede decir que los
economistas keynesianos y neokeynesianos están resurgiendo y toman cada vez más
protagonismo en la vida pública. Un ejemplo lo tenemos en el último premio
Nobel de economía, Paul Krugman.
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