Luis Felipe I de Francia (París, 6 de octubre de 1773 –
Claremont, Surrey, Inglaterra, 26 de agosto de 1850) fue el último rey de
Francia, reinando con el título de rey de los franceses entre 1830 y 1848
(monarquía de Julio), llevando implícito con ello el título de copríncipe de
Andorra. Hijo del duque Luis Felipe II de Orleans, «Felipe Igualdad» (primo de
Luis XVI), durante la Revolución francesa fue conocido como el «Ciudadano
Chartres» o «Igualdad hijo» (en francés: Égalité fils). Fue duque de Valois
hasta 1785, duque de Chartres de 1773 a 1793 y, tras la muerte de su padre,
duque de Orleans con el nombre de Luis Felipe III de Orleans de 1793 a 1830.
(Luis Felipe de Orléans) Rey de Francia (París, 1773 -
Claremont, Surrey, Inglaterra, 1850). Era miembro de una rama colateral de la
Casa de Borbón, descendiente de Luis XIII; su padre era el duque de Orléans,
apodado Felipe Igualdad desde que se distinguiera como uno de los pocos
miembros de la familia real que defendieron las ideas revolucionarias (incluso
votó a favor de la ejecución de Luis XVI) y decidieron permanecer en Francia a
pesar de la radicalización del régimen en 1792-93 (lo que no le evitaría caer
guillotinado en 1793).
Luis Felipe fue también un aristócrata revolucionario,
miembro del Club de los Jacobinos y militar al servicio de la Convención; pero
decidió escapar de Francia y buscar la protección austriaca en 1793 para evitar
caer él también víctima del Terror. Permaneció en Suiza y Estados Unidos hasta
su regreso a Francia en 1817, convirtiéndose enseguida en una figura apreciada
por las clases medias liberales, por su postura a medio camino entre los
excesos de la revolución popular y la reacción ultrarrealista que se impuso
desde finales del reinado de Luis XVIII.
El descontento contra los gobiernos de Carlos X provocó
finalmente la Revolución de julio de 1830, que destronó a los Borbones; los
dirigentes liberales moderados de aquel movimiento (Thiers, Laffite, La Fayette...)
eligieron a Luis Felipe como rey constitucional.
El reinado de Luis Felipe (1830-48) fue una monarquía
constitucional en la que el poder recayó en manos de la gran burguesía de
negocios. Fue en esa época cuando inició Francia la colonización de Argelia.
Tras un periodo inicial de gobierno del partido conocido como el Movimiento,
que representaba el ala más liberal del régimen (Laffite, La Fayette…), el rey
-que tendía a inmiscuirse en los asuntos políticos más de lo que aconsejaba el
carácter electivo del régimen- se inclinó desde 1831 por los conservadores del
partido de la Resistencia (Thiers, Périer, Guizot, De Broglie…).
Aunque el gobierno de este grupo dio estabilidad a la
«Monarquía de Julio» desde 1840, el descontento no dejó de crecer por su
talante conservador, especialmente por su resistencia a ampliar el derecho de
voto hacia las clases populares; también contribuyó al desprestigio del rey una
política exterior de alianza con las monarquías absolutistas contra los
movimientos nacionalistas y liberales, inspirada quizá por el deseo de
consolidar la dinastía de Orléans casando a sus hijos con príncipes de las
principales casas reinantes del continente. Legitimistas (partidarios de
restaurar la monarquía borbónica), bonapartistas (el futuro Napoleón III
intentó dos golpes de Estado) y republicanos lanzaron campañas de oposición que
tomaron fuerza en el clima de crisis económica de 1846-48.
La campaña de «banquetes» organizada por la oposición
republicana contra Guizot degeneró en una verdadera Revolución en 1848. El rey
intentó salvar el régimen destituyendo a Guizot primero y abdicando después en
su nieto, el conde de París; pero no quiso emplear la fuerza para reprimir al
pueblo de París y hubo de ver cómo se proclamaba la Segunda República. Luis
Felipe abandonó Francia y permaneció refugiado en Inglaterra hasta su muerte.
Ascenso y Reinado
En 1814, tras la caída de Napoleón y la restauración de la
monarquía bajo el gobierno del rey Luis XVIII, Luis Felipe vuelve a Francia.
A diferencia de la de su antecesor, Carlos X, su monarquía
fue constitucional, y recibió (al menos mientras se sostuvo) el apoyo social de
la burguesía y el beneficio de un ciclo económico expansivo durante el que
Francia accedió plenamente a la Revolución industrial (la época del
«enrichissez-vous»), con lo que las diferencias sociales entre la burguesía y
el proletariado se agudizaron. Suele recibir el nombre de Monarquía de julio,
por el mes de la revolución que lo ascendió al trono. Por tal motivo, las monarquías
europeas le motejaron como rey de las barricadas. Las barricadas de 1848 le
apartaron del poder, dando paso a la II República.
Al frente del gobierno, se mostró reservado y prudente y
manifestó un gran apego por el poder. Contaba con el apoyo social de la
burguesía y el beneficio de un ciclo económico expansivo. Sin embargo, poco a
poco se apoyó en el partido de la resistencia monárquica y, a partir de 1840,
en Guizot. En política exterior, comenzó por acercarse a Gran Bretaña, debido
al temor que tenía que los insulares iniciasen cualquier tipo de conflicto. Por
ello firmó la “primera Entente cordial” (1840-46), que ponía fin a la rivalidad
franco-británica en el Mediterráneo y en España.
Luis Felipe inició entonces un acercamiento a Viena para que
su reinado fuera mejor valorado por los países autoritarios. Los últimos meses
de su reinado se caracterizaron por la crisis general que azotaba el país. Era
una crisis financiera, económica, política y moral, que se vio agudizada por la
imprudencia del propio rey, quien no supo ver el peligro que corría su dinastía
bajo la política ultraconservadora de Guizot.
Con su abdicación, Luis Felipe afirmó que la colección
reunida por él en la Galerie Espagnole del Louvre hasta 1848, era su colección
de arte y por tanto debía considerarse como una posesión personal, una
reclamación que le permitió disponer de ella en última instancia. La colección
fue vendida en una subasta en 1853.
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