Iva Ikoku Toguri, nació el 4 de Julio de 1916 en Los
Ángeles, California, hija de Jun y Fumi Iimuro Toguri, inmigrantes
japoneses. Tuvo tres hermanos, Fred
Koichiro, Inez Hisa y June Misue. Su
madre sufría de diabetes y como consecuencia la mayor ilusión de Iva fue
estudiar medicina. Amaba los deporte y
por eso durante su juventud fue girl-scout, también jugó tenis y tomó lecciones
de piano. Fue a la Universidad de
California en Los Ángeles graduándose como Bachiller en Ciencias con mención en
Zoología en junio de 1941.
Ese mismo año de 1941, cuando su tía Shizu enfermó, Iva
viajó a Japón representando a la familia Toguri, debido a que su madre se
encontraba muy enferma. Se embarcó el 5
de Julio, en el vapor Arabia Marú, sin pasaporte por la premura del viaje,
obteniendo un Certificado de Identificación donde se indicaba que era
estudiante de pre-médicas, tal como lo había consignado en el Registro de
Votaciones el 17 de Julio de 1940.
Arribó a Japón el 25 de Julio de 1941.
En Noviembre, cuando se le vencía el permiso, no pudo regresar a su
país, porque las autoridades de inmigración japonesas afirmaban que no había
suficientes indicios que ella fuera estadounidense. Por esa razón tuvo que permanecer en Japón,
cuando estalló la guerra en Diciembre de ese año. Al igual que miles de ciudadanos japoneses y
estadounidenses de ascendencia japonesa, los padres de Iva fueron enviados a un
campo de concentración, camino del cual la madre de Iva falleció debido a su
precario estado de salud.
Iva fue tratada como enemiga por las autoridades japonesas,
sin embargo, le manifestaron que podía renunciar a su nacionalidad
estadounidense y registrarse como ciudadana japonesa. Rechazó tal insinuación y solicitó en cambio,
ser internada conjuntamente con otros ciudadanos extranjeros, pero fue
rechazada por su condición de mujer y por ser de origen japonés. Sin embargo, debido a sus actitudes pro-americanas
siguió sufriendo acusaciones, como ocurrió con los vecinos de su tío, quienes
no veían bien sus actitudes de extranjera.
Iva tuvo que trabajar como mecanógrafa y dictar clases de
piano para poder pagar a su vez, las clases de japonés. También trabajó como transcriptora de
noticias en la agencia de Noticias Domei, donde se enteró que su familia había
sido internada en el Centro de Reubicación del Río Gila, en Arizona. En la misma agencia conoció al ciudadano
portugués, nacido en Japón, Felipe d'Aquino hijo de portugués y madre japonesa,
quien más tarde, en 1945, se convirtió en su esposo. Un día, de regreso a su casa, encontró todas
sus cosas en la calle, pues la Policía Secreta Kempeitai, había hecho una requisa,
al considerarla todavía una persona sospechosa.
Por eso, solicitó nuevamente que fuera internada, pero fue
rechazada. Enfermó y fue hospitalizada,
por sufrir desnutrición.
Al egresar del hospital, pudo obtener nuevamente un
trabajo. En esa oportunidad, también
como mecanógrafa y por esa misma ocupación conoció al Mayor Charles Cousens,
quien era prisionero de guerra, pero que junto a otros compañeros fueron
obligados a trabajar en Radio Tokio, teniendo en cuenta su experiencia en la
radiodifusión. Cousens le pidió a Iva
que trabajara con ellos en Radio Tokio, donde escribiría los guiones para ser
propalados a las tropas Aliadas en el Pacífico.
Poco después, las autoridades japonesas de Radio Tokio, le
pidieron a Charles Cousens, quien se desempeñaba como locutor, que preparara a
una mujer Disc Jockey para el programa Hora Cero, nombre elegido por el propio
Cousens. El programa comenzó a radiarse
en marzo de 1943, cuando se llevaba a cabo la operación de invasión a
Guadalcanal, y la locutora llevaba el apelativo de "Ana la Huérfana".
Es decir, realmente en Japón no existió
nunca una "Tokio Rose", sino una "Orphan Ann". Iva ayudaba a Cousens con los guiones y al
final ella los redactaba completamente.
Un ejemplo de los guiones es éste, tomado de los archivos del FBI:
22 de febrero de 1944.
Orphan Ann: "Hola que tal Enemigos... Qué tal las
trampas cazabobos? Aquí está Ann de
Radio Tokio y nosotros estamos justamente para comenzar nuestro programa
regular de música, noticias y la Hora Cero, para nuestros amigos... quiero
decir, nuestros enemigos!... en Australia y el Pacífico Sur.. Así que estén en
guardia, y quieran que los niños no estén escuchando!... Todo listo?... Okay
aquí está el primer ataque a su moral.. la Boston Pops... tocando 'Strike Up
the Band'..."
Orphan Ann : "Qué tal estuvo eso para comenzar?...
Bien, ahora escúchenme hacer un delicado ataque a los huérfanos del Pacífico
Sur. Sargento! Dónde diablos está ese coro de huérfanos? Ah, ahí están los
muchachos. Ann está aquí!... ¿Qué tal si cantan para mí esta noche? No quieren?
Está bien, malagradecidos, me entretendré yo sola y ustedes vayan a
jugar con los mosquitos. Gracias Señor Payne... cuando esté listo..."
27 de Marzo de 1944
Orphan Ann: "Gracias... gracias... Saludos para
todos! Esta es su pequeña compañera de
juegos, quiero decir su acérrima enemiga Ann, con un programa de peligrosa y
perversa propaganda para mis víctimas en Australia y el Pacífico Sur...
Prepárense! Ustedes infortunadas
criaturas... Aquí voy!... Peter Dawson cantando 'Old Man River'..."
Ann: "Ven a qué me refiero?... Cosas peligrosas que...
forman hábitos... Antes que ustedes se den cuenta dónde se encuentran, estarán
cantando también... y entonces, dónde están ustedes? Atrinchérense!.. Hay una
guerra afuera o no?.. Entonces nada de
esa tontería de estar cantando.. Sargento! controle a esos hombres que vamos a
tener más música!"
Muchas personas opinan, que en muchos guiones del programa
se nota una inteligente introducción de figuras gramaticales en los textos en
inglés, que realmente causaban un efecto contrario al pretendido por los
japoneses. Se sospecha que se trata de
la mano de Iva Toguri, quien redactaba los guiones con la intención de dejar un
mensaje en ellos.
En realidad, la "Rosa de Tokio" nunca
existió. El nombre fue acuñado por los
soldados estadounidenses en el Pacífico.
La verdad es que las locutoras fueron Iva y muchas otras mujeres
japonesas, unas 24, la mayoría nacidas en EEUU, que hacían ese mismo trabajo
representando a "Orphan Ann".
Sin embargo, cuando Japón se rindió, se inició una cacería de brujas
para capturar a la "Rosa de Tokio" y quien pagó las consecuencias fue
Iva Toguri, una suerte de chivo expiatorio.
Unos periodistas viajaron a Japón para encontrar a la
"Rosa de Tokio" para entrevistarla.
Una locutora les dio el nombre de Iva a quien le ofrecieron dinero por
la entrevistas. Pensando que el dinero
les serviría para paliar la grave situación económica que vivía con su esposo,
accedió a la entrevista. Los periodistas
le pusieron como condición que firmara una declaración diciendo que era la
"Rosa de Tokio". Los
periodistas hicieron un paquete de pruebas y de lo entregaron a las autoridades
del Gobierno Militar estadounidense.
Iva Toguri fue capturada y encarcelada. Fue sindicada como la "Rosa de
Tokio" por la prensa ávida de noticias sensacionalistas y por funcionarios
de gobiernos que buscaban venganza y en consecuencia debía seguírsele un juicio
por traición. Las demás mujeres que
hicieron el trabajo habían renunciado a la nacionalidad estadounidense, pero
Iva no, por ese simple detalle el fiscal encontró la forma de acusarla por
traición a la patria.
Tanto el Ejército como el FBI y el Departamento de Justicia
de EEUU, no encontraron forma de sustanciar una acusación y el caso fue
archivado. Pero en Estados Unidos el
periodista Walter Winchell, una especie de caza-brujas capaz de crear
millonarios y destruir a gente honrada, inició una campaña contra Iva Toguri. La "Legión Americana" y los
"Hijos e Hijas Nativos del Dorado Oeste" lanzaron campañas de
protesta y el alcalde de Los Angeles firmó una resolución impidiéndole la
entrada a Iva Toguri, bajo la curiosa acusación de "influenciar
adversamente a los leales Japo-Americanos."
La protesta retrasó su llegada y el bebe de Iva Toguri murió
al momento de nacer. Fue arrestada
nuevamente en Japón y llevada a San Francisco donde un Jurado Federal la acusó
de traición. Llegada a Estados Unidos,
afrontó el juicio de 13 semanas que costó 750 mil dólares, resultando ser el
juicio más costoso de la historia de ese país.
Considerando el valor del oro en 1949 y el valor hoy en día, el costo
real del juicio -en moneda actual- fue de 9 millones de dólares. La opinión pública, en su mayoría, a medida
que avanzaba el juicio la consideró inocente de los cargos y de hecho, en las
audiencias, nunca pudo demostrarse que fuera traidora a su país. Charles Cousens y sus compañeros prisioneros
de guerra fueron al juicio y abogaron por ella.
El fiscal acusador, manifestó que fue coaccionado para presentar la
acusación y retiró la demanda. El jurado
no pudo llegar a un veredicto en un juicio que estuvo cargado de una gran dosis
de racismo, pero el juez les recordó que el juicio había costado medio millón
de dólares y que debían llegar a una conclusión.
La sentencia final fue que era inocente en 7 de los cargos y
culpable en uno, "que ella habló delante de un micrófono sobre acciones
relacionadas con el hundimiento de barcos estadounidenses." La pena mínima era 5 años y 5 mil dólares de
multa. La pena máxima para casos de
traición era la pena de muerte. La pena
final aplicada a Iva Toguri, fue de 10 años y 10 mil dólares, además de ser
despojada de la nacionalidad. El juez,
quien sirvió durante la guerra en el Pacífico, manifestó después, que había
prejuzgado a la acusada, desde el comienzo del juicio. El 28 de Enero de 1956, Iva Toguri fue
liberada y deportada a Japón, donde se reunió con su esposo. El Departamento de Justicia reclamó el pago
de los 10 mil dólares de multa y se lo cobró despojando a su padre de las
tierras que le pertenecían cuando murió en 1972.
En 1977, el Presidente Gerald Ford perdonó de manera
incondicional y le pidió excusas en nombre de la nación a Iva Toguri,
manifestando que estaba convencido de que ella fue falsamente acusada y
condenada. Al esposo de Iva Toguri,
Felipe d'Aquino, nunca le permitieron el ingreso a Estados Unidos. En contra de su voluntad, la pareja se
divorció en 1980 y d'Aquino murió en 1996.
Lo último que se ha sabido de Iva Toguri es que octogenaria vivía en
algún lugar de Chicago.
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