'Gippeum' es un término coreano para describir el placer o
la felicidad. 'Jo' se refiere a un grupo de gente, un escuadrón. Más claro,
agua. Las Gippeumjo son un cuerpo especial de mujeres norcoreanas encargadas
expresamente de la felicidad de los miembros del Partido de los Trabajadores de
Corea del Norte, entendiendo felicidad como placer sexual en la mayoría de las
ocasiones. Han llegado a conformarlo más de 2.000 chicas y, aunque se creía
desmantelado tras la muerte de Kim Jong-il, su hijo y sucesor en el poder
parece estar reclutando ahora a niñas de unos 13 años para conformar su propio
ejército de placer.
Como todo lo que rodea al país más hermético del mundo, poco
se sabe de las Gippeumjo y lo que ha trascendido ha sido gracias a los escasos
disidentes. Las chicas que forman parte de este grupo son seleccionadas cuando
apenas son unas niñas bajo los criterios del gobierno y atraviesan un duro
proceso de selección y formación en el que incluso llegan a ser enviadas al
extranjero para perfeccionar su aprendizaje. Por supuesto, uno de los
requisitos indispensables que deben cumplir las niñas es ser vírgenes.
La vida laboral de las Gippeumjo es bastante corto, aunque
durante ese tiempo tienen prohibido cualquier tipo de contacto con sus
familias. Cuando alcanzan entre los 22 y los 25 años se 'jubilan', ya que el
Partido tiene reservado para ellas un plan mejor: se les ofrececasarse con
miembros de la élite del país y del ejército. Si aceptan, su pasado como
'soldados sexuales' se entierra y es mantenido en secreto.
El placer en Corea del Norte está perfectamente
jerarquizado, lo que demuestra el carácter oficial y casi institucional de las
Gippeumjo. De este modo, existen tres grupos de placer. En primer lugar se
encuentran las Gamujo, un equipo de danza y canto que, por supuesto, realizan
espectáculos de striptease. En segundo lugar, las Haengbokjo, el 'equipo de la
felicidad', que se encarga de proporcionar masajes. Por último, las Manjokjo
son el 'equipo de satisfacción', las responsables del plato fuerte: los
servicios sexuales.
Kim Jong-un, en busca de su propio Gippeumjo
Las Gippeumjo nacieron en 1978 bajo el mandato de Kim
Il-sung, fundador del Partido norcoreano y abuelo del actual dirigente, Kim
Jong-un, que creía que mantener relaciones sexuales con chicas jóvenes
aumentaría su fuerza vital y sexual. Tal era la importancia que les otorgaba
que el encargado de reclutarlas fue Lee Dong Ho, el Primer Vicedirector de un
Departamento del Frente Unido del Partido. Este cuerpo de élite del placer
sexual se mantuvo hasta 2011 cuando, tras la muerte de Kim Jong-il en diciembre,
se cree que fue desarticulado.
Al parecer, en aquel momento las 2.000 chicas fueron
forzadas a firmar un acuerdo de confidencialidad a cabo de dinero y regalos, y
recibieron una cantidad de alrededor de 2.000 euros para regresar a sus lugares
de origen, donde fueron realojadas en viviendas. Algunas fuentes apuntan a que
muchas se quedaron viviendo en el Koryo Hotel de Pyongyang, donde estarían
recibiendo entrenamiento para pasar a formar parte de las fuerzas de seguridad
del país.
Sin embargo, cuatro años después se empiezan a escuchar los
anhelos de Kim Jong-un de tener su propio escuadrón de placer. Según se informó
en 2015, el dirigente habría comenzado a buscar a nuevas chicas "altas y
guapas" tras finalizar los tres años de luto por la muerte de su padre.
Uno de los motivos para renovar por completo los equipos de tanto las Gippeumjo
como de las encargadas de mantener y limpiar las villas de verano es que Kim
Jong-un temería que supiesen demasiados secretos, según Toshimitsu Shigemura,
profesor de la Universidad de Waseda en Tokyo.
Una desertora, sobre Kim Jong-il: "La fantástica imagen
que tenía del gran líder se desvaneció en cuanto lo conocí"
En el año 2010 salió a la luz el testimonio de Mi Hyang,
anterior miembro de las Gippeumjo que desveló muchos secretos del antiguo líder
Kim Jong-il, al que describió como unhombre irascible que tornaba en
sentimental e incluso lloraba cuando había bebido. Hyang desveló además que a
Kim Jong-il le gustaba escuchar música japonesa y rusa y que poseía mansiones por
todo el país, alguna incluso con piscinas olímpicas.
La joven había tenido que huir a Seúl tras ser acusada de
traición. "Cuando conocí por primera vez a Kim Jong-il me pareció un
hombre muy normal, como el vecino de al lado. Tenía muchos lunares en la cara y
sus dientes eran amarillentos. La fantástica imagen que tenía del gran líder se
desvaneció en ese mismo momento", con estas palabras describía a Kim
Jong-il, aunque reconocía que "siempre tuvo mucha consideración
conmigo".
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