Despertar y sentir que es imposible moverse puede ser una
experiencia angustiante y a veces hasta aterradora, sobre todo cuando a pesar
de todos los esfuerzos, no se puede ni siquiera pedir ayuda. Es fácil pensar
que es una pesadilla, pero lo cierto es que es real. Se trata de un trastorno
que afecta a parte importante de la población. Su nombre es parálisis del
sueño.
La buena noticia es que, a pesar de lo desesperante que
puede ser, no reviste ningún riesgo para quienes lo padecen. El doctor Leonardo
Serra, neurólogo del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana, explica
que es un fenómeno benigno que ocurre en la transición del dormir al despertar,
y que afecta a aproximadamente una de cada 10 personas en forma esporádica.
"Normalmente, durante la etapa de sueño REM (cuando se
sueña y se mueven los ojos rápidamente) nuestro cerebro está muy activo, y para
poder cumplir con sus funciones "desconecta" el resto del cuerpo,
exceptuando los músculos oculares y de la respiración. En ocasiones, se
producen despertares incompletos y la mente se activa, pero no alcanza a anular
esta desconexión de los músculos. Entonces se da la parálisis del sueño",
explica.
El especialista agrega que, si bien se presenta siempre
igual, la percepción del fenómeno es muy subjetiva. Algunos lo consideran hasta
una forma de viaje astral, pero para otros puede ser una experiencia
terrorífica, como estar muerto en vida.
Lo más complejo es si se asocian a alucinaciones
hipnagógicas (otro fenómeno benigno del despertar) o cuando ocurre al quedarse
dormido, lo que hace que la persona perciba ruidos (ambientales, música o
voces), elementos visuales (bultos o más complejas) y hasta sensaciones
táctiles. "La persona se imagina que está paralizado y que oye una voz y/o
siente que lo tocan y no puede ni siquiera gritar para pedir ayuda. Es una
experiencia muy desagradable", sostiene el especialista.
Generalmente, la parálisis del sueño dura muy pocos minutos
y desaparece. En estos casos, lo mejor es volver a dormirse. A veces se acaba
cuando la persona paralizada percibe que alguien le habla o la toca. Algunos
aprenden a concentrarse y vencerla, pero no es fácil.
En general, la parálisis del sueño no tiene consecuencias
para la salud. "De hecho todas las noches entramos cuatro o cinco veces a
un estado similar mientras estamos en sueño REM", explica el doctor Serra.
Si bien no se conoce su causa exacta, se sabe que existen
ciertos factores que influyen en su aparición, como malos hábitos de sueño y
estrés. Por eso este trastorno es más frecuente en los adolescentes, quienes
tienen horarios irregulares, se acuestan tarde y duermen poco.
El neurólogo explica que lo mejor es evitar las situaciones
que interrumpan o fragmenten el dormir, pues las parálisis se dan con más frecuencia
cuando llega el sueño de reparación o "rebote". Por eso son más
habituales en adolescentes después del fin de semana. También se dan durante
periodos febriles o en el embarazo, dado que se duerme mal.
Para quienes las sufren con frecuencia es aconsejable tener
horarios regulares, no consumir cafeína, nicotina, alcohol ni comidas pesadas,
y evitar la falta de sueño. Cuando a pesar de esto no desaparecen o son muy
seguidas, se tratan con medicamentos.
Además, a veces este fenómeno puede estar asociado a otros
trastornos del sueño, como narcolepsia -enfermedad neurológica que consiste en
somnolencia excesiva- o apnea del sueño, que consiste en pausas de la
respiración mientras se duerme.
En estos casos es necesario consultar con un especialista en
trastornos del sueño, para que evalúe la situación y otorgue el mejor
tratamiento.
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