lunes, 1 de julio de 2013

Napalm

El Napalm es un combustible que en términos generales se puede clasificar como gasolina gelatinosa. La gasolina es un combustible extremadamente volátil y dañino para la salud, porque posee una gran cantidad de componentes químicos que son letales para los seres vivos debido a su toxicidad. No es necesario contar entre ellos el más venenoso de todos, que es el plomo que contienen algunas gasolinas. Debido a esa volatilidad y a que se enciende muy fácilmente, fue utilizada como arma desde la Primera Guerra Mundial. La gasolina fue utilizada en lanzallamas por alemanes desde la Primera Guerra Mundial y los Aliados a finales de ella, pero tenía el inconveniente de que se quemaba muy rápidamente lo que reducía su eficacia en combate.



Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de EEUU dispuso de fondos para investigar la forma en que la gasolina se consumiera lentamente y en 1942 los científicos de la Universidad de Harvard con el Ejército, liderados por Fieser encontraron la forma de mezclar la gasolina con una mezcla gelatinosa y lograron así que la combustión durara más que lo normal.

Napalm

Lo que hicieron los científicos, fue crear una especie de jabón hecha de polvo de aluminio de naftalina y palmitato -de ahí el nombre de Napalm- conocido también como ácidos nafténico y palmítico todo eso mezclado con gasolina, lo que resultaba en una especie de brea gelatinosa que se quemaba más lentamente que la gasolina normal. El Napalm se mezclaba en diferentes concentraciones, 6% para los lanzallamas y entre 12 a 15% para bombas incendiarias. No hay que confundir las bombas de Napalm con las de fósforo, pues estas últimas se prenden violentamente ingresando a todo espacio libre que encuentran, ni más ni menos como un fósforo o cerilla se prende rápidamente hasta consumirse quedando encendida sólo la medra. El Napalm se quema con la violencia de la gasolina, pero su duración es mucho mayor, de manera que continúa en actividad después que se consuman los elementos combustibles con los que entra en contacto, madera, tela, papel y material orgánico.



Napalm-B

Durante la Segunda Guerra Mundial, se usó Napalm. El Napalm-B, que no es Napalm en el sentido estricto de la palabra porque utiliza 46 partes de polistireno, 21 partes de benceno para solidificar 33 partes de gasolina se uso en las guerras posteriores a 1945 y se sigue utilizando en la actualidad. En Dresden los británicos usaron mayormente fósforo, mientras que en las ciudades japonesas los estadounidenses usaron Napalm, porque las casas japonesas eran de madera y papel y por tanto ardían muy fácilmente. En las guerras posteriores se ha usado también Napalm, por ejemplo en Corea y Vietnam. En las tres últimas guerras en Irak y Afganistán, EEUU cambió el producto Napalm-B por Bombas Mark-77, que es un Napalm con mezcla gelatinosa similar y que EEUU considera "legal", porque no firmó la proscripción de esas armas que las Naciones Unidas ordenó en 1980, debido a su naturaleza genocida.

El poliestireno se usa en la industria de plásticos de manera muy común, por ejemplo en equipos de radio y televisión o muebles. El poliestireno expandido es el Styrofoam, que se usa en envases protectores. Fabricar Napalm es muy fácil, al menos en su forma más primitiva, pues basta disolver el Styrofoam en gasolina hasta obtener una sustancia pastosa. Pero, el Napalm-B es mucho más seguro que el original, pues los soldados incluso pueden fumar en las cercanías sin mayor peligro, cosa que no ocurría con el Napalm original. De hecho, el Napalm-B, al contrario del Napalm de la Segunda Guerra Mundial, no se puede prender con un fósforo.



Bombenbrandschrumpfleichen

El Napalm-B precisa del trinitrotolueno (TNT) para explotar una carga de fósforo blanco que a su vez encenderá el Napalm. Como elemento de poscombustión, el Napalm genera monóxido de carbono que produce la muerte por asfixia. Pero las altas temperaturas generadas por el Napalm causan la llamada tormenta de fuego que quema los pulmones al respirar el aire caliente a miles de grados. Como se constató en Hamburgo y Dresden, las altísimas temperaturas, del orden de los 4 mil grados Centígrados, también causan la deshidratación inmediata de los cuerpos vivos, tal como lo dicen los informes alemanes que refieren que en esas ciudades, muchas personas murieron por el fenómeno llamado "Bombenbrandschrumpfleichen", que significa "cuerpos encogidos por las bombas incendiarias".

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