Néstor Ivánovich Majnó (en cirílico ucraniano: Нестор
Iванович Махно, en inglés: Nestor Makhno), Guliaipolé, Ucrania, 27 de octubre
de 1889 - París, 25 de julio de 1934, fue un revolucionario anarquista
ucraniano.
Nació el 27 de octubre de 1889 en la aldea de Guliaipolé,
distrito de Aleksándrovsk de la región de Ekaterinonslav (hoy Dnipropetrovsk)
en Ucrania.
Siendo de familia de campesinos pobres y muriendo su padre a
poco de nacer, tuvo que contribuir al mantenimiento de la familia (la madre y
cuatro hermanos de corta edad) trabajando desde los 7 años como pastor de vacas
y ovejas en verano y acudiendo a la escuela local en el invierno. Habiendo
conseguido una pequeña instrucción, comenzó a los 12 años a trabajar como peón
en las granjas de los colonos alemanes que proliferaban en esa época en
Ucrania. Compartía con un reducido grupo de peones y campesinos el odio hacia
las injusticias cometidas por los señores.
Con 16 años participa en la revolución de 1905 y tras
contactar con diferentes grupos políticos se organiza en el movimiento
libertario realizando peligrosas misiones. En 1908 es apresado por las
autoridades zaristas y condenado a la horca por asociación anarquista y
participación en actos terroristas. Debido a su juventud la condena fue
conmutada por la de prisión perpetua. Es trasladado a la prisión central de
Moscú, allí aprovecha su gran biblioteca y traba amistad con Piotr Arshínov,
también condenado a trabajos forzados. Arshínov, mucho más culto que Majnó, le
ayuda a instruirse profundamente en varias materias. Sometido a un duro régimen
por su espíritu rebelde y la organización de protestas contrae una afección
pulmonar. Es liberado en 1917, junto con todos los presos políticos, por la
insurrección del proletariado en Moscú.
Vuelto a Guláy-Pole comenzó a desplegar una actividad
militante incansable y en el verano de 1917, durante el gobierno provisional
del socialrrevolucionario Aleksandr Kérenski en Rusia, era presidente del
sóviet local, de la unión de campesinos regional y de la unión profesional de
obreros metalúrgicos y carpinteros.
En ese momento los austroalemanes ocupan el país y el Comité
clandestino revolucionario de la zona le encarga, debido a las grandes
simpatías de que goza, organizar batallones de obreros y campesinos. Viaja a
Moscú en junio de 1918 y se entrevista con teóricos anarquistas en busca de
métodos para avanzar en la concienciación libertaria de los campesinos. Pero
encuentra a los viejos anarquistas pasivos e indecisos con sus relaciones con
los bolcheviques. Sólo recibe consejos estimables del anciano Piotr Kropotkin y
recela de los bolcheviques tras una conversación con Lenin.
A la vuelta es apresado por los austriacos, obteniendo la
libertad gracias a un judío de Guláiaï-Pole que consiguió reunir una suma
considerable. Ya en su región organiza con un trabajo enérgico partidas de
guerrilleros voluntarios; la estrategia es apuntalar una región liberada desde
la que extender la resistencia y a la vez concretar la revolución sobre bases
libertarias. Sus mejores armas eran la temeridad y movilidad de sus escuadrones
de caballería (más adelante organizó a la infantería en veloces carros de dos
caballos típicos de la región) y, sobre todo, la complicidad de los campesinos,
que lo ocultaban e informaban a pesar de las represalias y la quema de sus
aldeas. Redactaba manifiestos sobre la revolución social, las comunas libres y
organizaba reuniones continuamente.
Hay que detenerse en la leyenda negra atribuida a Majnó por
los bolcheviques, leyenda que carece prácticamente de todo fundamento. Sin
embargo, el propio Volin destaca «debilidades de carácter de Majnó» negativas
para el movimiento: su afición por la bebida que le producía rasgos
autoritarios que lo llevaron en alguna ocasión a decidir o imponer cosas al
Consejo; reconoce que varios compañeros le señalaban a comandantes con iguales
aptitudes que Majnó, en especial Kusilenko, excelente estratega, política y
moralmente superior a Majnó; pero quizá por sus propias debilidades, Majnó era
considerado más compañero, más digno de fiar por las masas campesinas.
Es el caso que Majnó, que había recibido numerosas heridas a
lo largo de los años, sufre un balazo en el vientre el 21 de marzo contra el
ejército bolchevique, y, a primeros de agosto es herido en siete ocasiones, la
última en el cuello. Temiendo seriamente por su vida, el Consejo resuelve su
traslado al extranjero (Ucrania ya no es segura) para su curación. El 28 de
agosto un destacamento logra romper el cerco bolchevique y cruza el Dniester
con un nutrido grupo de heridos, entre ellos Majnó.
Una vez en Rumania la hostilidad de las autoridades lo
obliga a trasladarse a Polonia. Allí es arrestado, acusado de actividades
antipolacas en Ucrania, y juzgado, quedando absuelto. Se traslada a Dantzig
donde es otra vez detenido logrando huir a París auxiliado por los grupos
anarquistas locales. Obligado a permanecer en París arrastra una existencia
penosa, sin poder adaptarse al idioma y al ambiente y sufriendo terriblemente
la evolución de sus heridas.
Esporádicamente procuraba mantener cierta actividad, cayendo
luego en largos periodos inactivos. Intentó escribir todo lo sucedido en
Ucrania pero sólo llegó al periodo de 1918 cuando llevaba tres volúmenes, que
fueron editados tras su muerte. Estaba casado y tenía una hija.
Durante su estancia en París, Majnó demandó, mediante
escritos y conversaciones, una mayor autodisciplina personal de los anarquistas
y una organización capaz de dotar de efectividad y homogeneidad al movimiento.
Parece que alabó en una entrevista con miembros de la FAI, entre los que estaba
Buenaventura Durruti, la capacidad organizativa del anarquismo español de esa
época.
Hasta el final de sus días se ganó la vida en la fábrica
Renault.
Murió el 25 de julio de 1934 enfermo de tuberculosis y lo
incineraron pocos días después de su muerte. Enterraron sus cenizas en el
famoso cementerio del Père-Lachaise en París, a su entierro asistieron unas 500
personas. En aquellos momentos estaba casado con Halyna Kuzmenko y tenía una
hija llamada Yelena. Durante la ocupación nazi de Francia, fueron deportadas a
Alemania a trabajos forzados. Al final de la guerra fueron arrestadas por el
NKVD soviético y enviadas a Kiev, donde en 1946 fueron juzgadas y condenadas a
trabajos forzados. Después de su liberación en 1953 vivieron en Kazajistán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario