Pese a que los países vencedores en la Segunda Guerra Mundial, desde que terminó la guerra, hicieron lo posible por hacerle creer al mundo que Alemania antes de 1945 era un país de bárbaros, por no emplear los adjetivos que utilizaron y le hicieron un lavado de cerebro a los alemanes, en especial a las nuevas generaciones que evitaban hablar del asunto, afortunadamente desde fines de siglo comenzaron a aparecer testimonios que nos recuerdan cómo era la vida en Alemania antes de 1944, cuando los bombardeos diarios todavía no habían destruido el normal desenvolvimiento de la vida ciudadana.
Relacionado con la música y el baile, mucha gente ignora que
en las grandes ciudades europeas se bailaba el swing, el jazz y en general la
música pop. Los músicos alemanes también
tomaron el rumbo que imponía la moda incluyendo en sus repertorios la música
importada de Estados Unidos, particularmente el jazz y el swing, pero creando
también su propio swing o haciendo arreglos con versos en alemán. También estaba presente la música latina,
tanto española como sudamericana y caribeña, dada a conocer por los veteranos
que lucharon en la Guerra Civil Española.
Las orquestas, bandas y conjuntos alegraban las noches de
Berlín al igual que sucedía en Paris, Amsterdam, Londres o Nueva York. Los hoteles, casinos, restaurantes danzantes
y bares de la capital germana contaban con grandes pistas de baile donde los
jóvenes alemanes se reunían diariamente.
Las empresas disqueras publicaban discos de moda con música alemana al
mejor estilo del swing que se escuchaba en Londres o Nueva York.
Al comenzar la guerra la música se trasladó al frente para entretenimiento de las tropas. Estaciones de radio militares transmitían diariamente a las 10 de la noche desde Praga, Belgrado o Roma y esa música llegaba a las fuerzas aliadas en África que se deleitaban aunque con no mucho agrado por parte del Estado Mayor británico. Pero en Alemania hasta fines de 1943 la gente siguió divirtiéndose en las grandes ciudades. Eso duró hasta que los bombardeos obligaron al Ministerio de Propaganda a cerrar los locales donde se reunían miles de personas a bailar.
Las orquestas y bandas alemanas, a fines de los años 30,
interpretaban música bailable estadounidense y británica e incluso música
alemana con algo de "swing" para adecuarla a la moda. Tal es el caso de "Küß mich, bitte,
bitte küß mich" (bésame, por favor, por favor bésame) cantada por la inolvidable
Rosita Serrano, o "Das Fräulein Gerda" (La chica Gerda) interpretada
por la banda de Adalbert Luczkowski.
Para entonces, el jazz y el swing daban la vuelta al mundo
deleitando a los asistentes de clubes nocturnos y hoteles de gran categoría donde
las veladas eran amenizadas por grandes orquestas y cantantes. Nunca faltaba la música de Xavier Cugat, la
del inconfundible Jimmy Dorsey o la voz de Ella Fitzgerald. En las más importantes ciudades alemanas no
era diferente, los más lujosos hoteles como el Adlon, Eden, Esplanade,
Excelsior o Imperator, siempre programaban orquestas y bandas para complacer a
sus huéspedes.
Con gran estilo, el clarinetista alemán Erhard Bauschke vestido de etiqueta, tal como se usaba entonces, tocaba "swing" en el "Moka Efti", un famoso club de la calle Friedrichstrasse en Berlín que tenía capacidad para 3000 personas sentadas y que presentaba 4 orquestas pop. Muy popular y constantemente solicitada era "Organ Grinder Swing", cuya letra original en inglés "Who's that coming down the street?" fue traducida al alemán y decía "Hofkonzert im Hinterhaus, Alle schaun zum Fenster raus". El club nocturno Atlantis o el Café Heinze am Millerntor nunca estaban cerrados y hasta en la puerta se escuchaban las notas del swing, como invitando a los transeúnte a ingresar.
La Orquesta de Georg Nettelmann tocaba en el Columbia
Tanzpalast y en conocidos restaurantes danzantes como el Roof Garden del Café
Berlín, el mismo Moka Efti Palace en el Zoo, Café Femina, el Delphi Palace y el
lujoso Europa Spiegelsaal. Su música se
transmitió por radio durante la guerra y fue siempre una de las preferidas de
los berlineses.
En 1941 la disquera Deutsche Grammophon, convocó a músicos
alemanes para grabar swing y jazz alemán.
Reunió a solistas de la talla de Eugen Henkel, Detlev Lais y Teddy
Kleindin geniales con el saxo tenor, Fritz Schultz-Reichel, Georg Haentzschel y
el trombonista belga Josse Breyre.
También Otto Tittmann en el bajo, Primo Angeli (casado con una cantante
pop) en el piano y Freddie Brocksieper en la batería. Los arreglos los hizo Hans Vlig van der Sys
inspirados en el violinista Helmut Zacharias.
El famoso y muy recordado Guy Lombardo con sus hermanos
Carmen (compositor y cantante) y Lebert (trompetista y cantante) y su magnífica
orquesta tocaban "Penny Serenade" también con letra traducida:
"Once I strayed 'neath the window of a lovely señorita" decía en
alemán "Ich stand einst unterm Fenster einer Señorita".
La orquesta del maestro italiano John Abriani interpretaba
"Musik für Mizzi" en el "Blumengarten Oberschöneweide" y
otro conocido músico italiano, Tullio Mobiglia y su orquesta, eran muy
populares en concurridos bares de la capital alemana.
En plena guerra los italianos continuaron tocando en Berlín y con el belga Jean Omer y su "Big-Band Jazz" deleitaron a la concurrencia del club Efti con su "Moten Swing" que lucía todo el estilo de Count Basie. Eso pasaba durante inolvidables noches hasta bien entrado el año 1943. También el trompetista alemán Günther Herzog junto a su banda de 15 músicos causaba furor en el "Delphi Palast".
El salón "Red Room" del Hotel Imperator vibraba con
las melodías del trombonista Kurt Widmann y en el "Quarter Latin" y
el "Femina", dos exclusivos clubes nocturnos de la capital alemana,
el trompetista Kurt Hohenberger y su orquesta, así como también el músico
Barnabas von Gezy, tocaron hasta pasado medio año de 1943.
Aún en 1944 orquestas invitadas como las conducidas por
Teddy Stauffer, Fud Candrix o Ernst van Hoff hicieron temporadas en el
Wilmersdorf y en el "Café León" de Lehniner Platz de Berlín, hasta
agosto de 1944.
A pesar de los ya espantosos bombardeos y la debacle del
Grupo de Ejércitos Centro que hacía presagiar el avance del Ejército Rojo, Hans
Warner Kleve y su orquesta de 16 maestros tocó música bailable deleitando a una
concurrencia que se negaba a abandonar las pistas de baile.
Las autoridades advertían del peligro que representaba
asistir a las salas de baile debido a los bombardeos, pero los berlineses no
parecían dispuestos a dejar el baile.
Cuando llegó el momento de los bombardeos diarios en las grandes
ciudades, la orden "Swing Dancing Verbotten", emitida por el
Ministerio de Propaganda, no era un slogan anti-swing o anti-Aliado, sino una
medida de seguridad para la población ante el peligro que representaban los
bombardeos a fines de 1943. Por tanto en
los meses finales de ese año quedaron prohibidos los espectáculos públicos y
fueron clausuradas las salas de baile.
Pero, en el frente, también las fuerzas alemanas fueron
entretenidas con las interpretaciones de muchas orquestas y bandas de la época. Por ejemplo, en el Teatro de Brjansk o en el
Aeropuerto de Potschinok en el Frente del Este, ante una audiencia de pilotos
alemanes y húngaros de la Luftwaffe, interpretaron canciones como "Wind
weht weit übers Meer" e "In der Nacht ist der Mensch nicht gern
alleine".
Dependiente del Ministerio de Propaganda, que también se
encargaba del entretenimiento de las tropas, la emisora militar de Minsk
conocida en el frente como "Soldatensender Minsk", transmitían
interpretaciones de tríos vocales femeninos llamados "Grasmückentrio"
y la emisora de onda corta de Berlín, "Kurzwellensender Berlin",
propalaba melodías de la orquesta de Lutz Templin para entretenimiento de las
tropas alemanas, búlgaras, húngaras, rumanas e italianas de los grupos de
ejército Centro y Sur.
A la orquesta de 35 instrumentos de la Emisora Militar
Móvil, se unieron voluntariamente músicos que eran prisioneros de guerra
estadounidenses. Junto con músicos
alemanes, el swing estadounidense se dejaba escuchar también en el frente
africano, para deleite de las fuerzas del Afrikakorps y del enemigo. Eso causaba mucho malestar entre los mandos
británicos que no podían impedir que las tropas propias se deleitaran también
con la música y los solos de trompeta o batería de algún prisionero de guerra
estadounidense o británico tocando en una orquesta alemana. Era un método indirecto de propaganda, pues
para el simple soldado metido en una trinchera eso le hacía pensar que los
prisioneros de guerra la pasaban mejor que ellos en el frente. Por tanto, usando radiogoniómetros, los
aliados triangulaban la emisora y enviaban aviones para destruirla, pero
simplemente la emisora era cambiaba de lugar y reanudaba la transmisión después
que los aviones habían lanzado sus bombas contra un blanco ficticio, simulando
ser la emisora verdadera.
Los programas contaban con interpretaciones de música clásica, conciertos de piano, música bailable y canciones románticas. El swing siempre estaba presente, aunque no le gustara mucho al Dr. Goebbels, porque para la gente común y corriente y los soldados en el frente, era eso lo que querían escuchar. Nadie pensaba que era música enemiga pues ni siquiera les pasaba eso por la cabeza.
Conjuntos conocidos en muchos bares y clubes nocturnos, como
los Die Goldene Sieben del famoso Adalbert Luczkowski que tocaron hasta 1941,
se disolvieron para formar parte de la Truppenbetreuung (compañía de
entretenimiento) y fueron a Praga donde estuvieron entre 1941 y 1942 para luego
regresar a Berlín y formar parte de la "Deutsche Tanz- und
Unterhaltungsorchester" trabajando en radio. Luego regresan a Praga para nuevamente servir
en la emisora "Soldatensender Praga" entreteniendo a las tropas y
finalmente, a fines de la guerra, logran escapar de Praga y llegar al norte de
Alemania. La orquesta de Adalbert
Luczkowski era una típica banda de swing que, salvo el idioma, en poco se
diferenciaba de una banda de Saint Louis.
Quedan muy pocas personas en el mundo que recuerdan haber escuchado "So wird's nie wieder sein", "I'm in the Mood for Love" o "Granada" a través de unos audífonos de un receptor de radio de campaña sintonizado con los programas "Belgrader Jungen Wachtpostens" o "Soldatensender Belgrad" todos las noches a las 22:00 horas, que terminaba la audición con "Lili Marlene" interpretada por Lale Andersen, y cerraba las transmisiones con el trompetista de la estación militar de Roma tocando "Arrivederci"
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