domingo, 10 de julio de 2016

Sargento Nicholas Stephen Alkemade


Nicholas Stephen Alkemade nació en 1929, en North Walsham, Norfolk, Inglaterra, cerca de Burnham Thorpe, cuna del héroe de Trafalgar, Almirante Horacio Nelson.

En 1937, cuando Nicholas tenía de 18 años de edad, fue llamado a filas para prestar servicio en la Royal Air Force siendo asignado al 115º Escuadrón de Bombardeo, unidad reformada del 38º Escuadrón de Bombardeo.  En 1943 la unidad fue modernizada con la incorporación de los aviones Avro Lancaster IIS.

Nicholas Alkemade fue entrenado como artillero de cola y prestaba servicio en la misma unidad cuando el 24 de marzo de 1944, fue miembro de la tripulación del bombardero que formó parte de una flota de 300 aviones que hizo una incursión sobre Berlín.

De regreso, mientras volaban al este de Schmallenberg, fueron atacados por una escuadrilla de caza nocturna de Junkers Ju 88.   El bombardero sufrió numerosos impactos y se incendió cayendo en espiral totalmente fuera de control.   Era evidente que nada podía hacerse para recuperar el control del avión y siendo Alkemade artillero de cola, no le quedaba otra cosa que saltar o morir quemado.

Sin embargo su paracaídas cogió fuego y tuvo que quitárselo.   Alkemade estaba a punto de morir, pero decidió saltar y estrellarse contra el suelo antes que ser incinerado vivo.   Con tremendo esfuerzo por la enorme fuerza inercial que casi le impedía moverse logró arrojarse desde 5500 metros de altura.   Otros dos tripulantes saltaron casi al mismo tiempo usando sus paracaídas, mientras Alkemade en caída libre se aproximaba a tierra.

Semi inconciente y resignado a morir cayó sobre un bosque de pinos.   Las ramas frenaron su caída y se estrelló sobre una gruesa capa de nieve que amortiguó su caída salvándole la vida.   El avión en llamas se estrelló muriendo el piloto y otros tres tripulantes.

Alkemade sufrió la rotura de ligamentos en un tobillo y escoriaciones por golpes contra las ramas que le causaron hematomas en varias partes del cuerpo.   Fue capturado por los alemanes, quienes no podían creer que estuviera vivo después de saltar sin paracaídas, pero luego del interrogatorio e investigación del avión estrellado, tuvieron que admitir que efectivamente había saltado sin paracaídas.

Como algunos oficiales alemanes dudaban que hubiera sobrevivido al inusual salto, fue entregado a la Gestapo para ser investigado bajo sospecha de ser un posible espía.   Luego que la Gestapo no encontró nada sospechoso y ante las evidencias de lo encontrado en el avión fue enviado a un campo de prisioneros.

Luego de su liberación en 1945, Alkemade trabajó en una fábrica de productos químicos hasta su jubilación.   Murió el 22 de junio de 1987.

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