Las islas Marquesas (en francés, Îles Marquises; en marquesano, ’’Henua enana’’ o ’’Fenua enata’’) son un archipiélago en la Polinesia Francesa. Recibieron su nombre del español Álvaro de Mendaña que las descubrió en 1595, llamándolas «Islas Marquesas de Mendoza» en honor al virrey de Perú, García Hurtado de Mendoza y Manríquez, marqués de Cañete.
Las islas son el mayor archipiélago de todos los que forman la Polinesia francesa, con unos 997 km² y 8712 habitantes en 2002. Están situadas entre 700 y 1000 kilómetros al sur del ecuador y a unos 1800 kilómetros al noreste de Tahití. Las islas del archipiélago se suelen dividir en dos grupos: el del norte, las que están en torno a la isla de Nuku Hiva que incluye las pequeñas Ua Pou y Ua Huka; y el grupo meridional de Tahuata, Moho Tani y Fatu Hiva, que rodean la isla principal de Hiva’Oa.
Se considera que los habitantes de la Isla de Pascua
partieron desde las Marquesas.
Las islas marquesas sirvieron de inspiración para Herman
Melville, cuyas experiencias en las islas fueron la base de sus novelas Typee y
Omoo.
En lengua marquesana se les llama Te Henua’enana en el
dialecto del norte, y Te Fenua’enata en el dialecto del sur. Habitualmente esto
se traduce como «la tierra de los hombres», pero más exactamente sería «el país
de los marquesanos». También se utiliza Makuita como equivalente fonético de
Marquises.
En las Islas Marquesas fijó su residencia el artista de
origen francés Paul Gauguin.
Cultura
Las islas Marquesas fueron un importante centro de la civilización de la Polinesia oriental. Debido a la orografía de las islas, cada valle constituía una unidad tribal con su propio sistema social dirigido por las genealogías de los cabecillas y de los sacerdotes. El aislamiento de los valles provocaba interminables guerras tribales marcando el carácter guerrero de los marquesanos. Practicaban el canibalismo ritual con los enemigos prisioneros.
Las épocas de hambre eran frecuentes después de períodos de
sequía, pero también eran provocadas por las prácticas vengativas en las
guerras, donde se destruían los cocoteros y los árboles del pan en los valles
enemigos.
Aunque la práctica de tatuarse es común en toda la
Polinesia, en las Marquesas llegó a un alto grado de sofisticación. Los hombres
se tatuaban totalmente de la cabeza a los pies, adquiriendo un color azulado y
feroz.
Aunque las Marquesas fueron de las primeras islas que descubrieron los europeos en la Polinesia, durante dos siglos quedaron fuera de las rutas de exploración y de la influencia cultural occidental. La cultura nativa marquesana quedó devastada después de la llegada de los exploradores europeos. Además de la actividad de los misioneros cristianos, hay que atribuir el colapso cultural a los efectos catastróficos de las enfermedades importadas.
El escritor Herman Melville a partir de su experiencia como
tripulante de un ballenero y como desertor en las Marquesas, escribió su
primera novela, Typee, considerada como la primera del género de la literatura
de los mares del sur.
Robert Louis Stevenson y Jack London siguieron los pasos de
Melville, y sus viajes también quedaron reflejados en sus libros.
El famoso pintor francés Paul Gauguin y el cantante belga
Jacques Brel pasaron los últimos años de su vida en las Marquesas, donde están
enterrados. Brel compuso aquí la canción Les Marquises.
El investigador y aventurero Thor Heyerdahl escribió su
libro Fatu Hiva después de estar un largo año en esta isla. Fue la base de sus
teorías e investigaciones sobre las migraciones marinas prehispánicas (viaje de
los incas a la polinesia).
Hoy en día la cultura marquesana es una mezcla del
resurgimiento de la antigua cultura con fuertes influencias de la cultura
tahitiana, y de la francesa.
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