Benjamín Vicuña Mackenna (* Santiago, 25 de agosto de 1831 - † Santa Rosa de Colmo, 25 de enero de 1886) fue un destacado político e historiador chileno. Fue hijo de Pedro Félix Vicuña y de Carmen Mackenna (hija de Juan Mackenna), realizó sus estudios en el Instituto Nacional y la Universidad de Chile, graduándose de abogado en 1857. Vicuña Mackenna era descendiente de vascos e irlandeses.
Juventud y destierros
De espíritu inquieto, desde los inicios de su carrera política se caracterizó por lo audaz de su actuación. Secretario de la Sociedad de la Igualdad de Francisco Bilbao, en 1851 participó en el motín de Urriola y en la guerra civil en el bando contrario a Manuel Montt.
Condenado a muerte, escapó y se exilió luego del fracaso de la insurrección. Desde 1852 hasta 1856 permaneció fuera de Chile, visitando Inglaterra, Estados Unidos y gran parte de América donde se impregnó de la cultura y arquitectura europeas.
Junto a un grupo de jóvenes intelectuales, tales como Miguel Luis Amunátegui, Diego Barros Arana y Domingo Santa María, funda la Sociedad de Instrucción Primaria en 1856.
Regresado gracias a una amnistía, siguió conspirando , involucrándose en la revolución del colihue (1858), lo que le costó el destierro. Radicado en Europa entre ese año y 1863, volviendo a Chile al advenimiento del gobierno de la Fusión Liberal-Conservadora, ganando una curul de diputado por La Ligua (1864-67), Valdivia (1867-70), Talca (1873-76)
En la Cámara de Diputados tuvo una acción particular, autodesignándose una suerte de tribuno de la plebe y voz de la opinión pública. Vicuña Mackenna descolló como un urticante crítico de las gestiones del gobierno y su influencia llegó a ser poderosa en la opinión pública.
Antes de su matrimonio con con Victoria Subercaseaux Vicuña, Vicuña Mackenna tuvo dos hijos con Manuela Villalobos, miembro de una familia aristócrata de Santiago, hijos que fueron arrebatados de su madre; esta presentaba problemas de salud mental y los hijos llevados para criarlos al fundo de su familia, en Maipú. En ese lugar fueron conducidos por una intitutriz, de nombre Francisca Silva, quien cuando tuvo la oportunidad, los registró como hijos suyos. Antes de la muerte de Benjamín Vicuña Mackenna, este le ofrece a estos dos hijos darle su apellido, sin embargo, ellos no aceptan tal ofrecimiento. El mayor mantuvo el nombre que su madre de crianza le diera, Pedro Silva, y la menor tomó el apellido de su madre biológica, llamándose Celia Villalobos, en recuerdo a su madre quien fuera encerrada por su familia en un convento de Santiago hasta el día de su muerte. Pedro Silva casó con Antonia López, con la cual tuvieron veintitrés hijos, de los cuales solo cuatro tuvieron descendencia.
Intendencia de Santiago
El presidente Federico Errázuriz Zañartu, deseoso de que no lo molestara en su gobierno, lo llamó a ser intendente de Santiago, puesto que Vicuña Mackenna aceptó de inmediato, dedicándose de lleno a cambiar el rostro de la capital. Su casa ubicada en el borde del llamado Barrio Dieciocho en el Camino de cintura era más bien sobria respecto a otras mansiones colindantes al Campo de Marte.
Durante su paso por la intendencia (1872-1875), realizó colectas públicas además de cuantiosos y desmedidos gastos para el hermoseamiento de la ciudad, intentando imitar tendencias europeas (en especial de Francia), siendo su obra magna, el paseo del cerro Santa Lucía que perdura hasta hoy.
Actividad política
Intentó ser candidato para la presidencia de la república el año 1876, siendo proclamado por los conservadores y el Partido Liberal Democrático, creado exclusivamente para su candidatura.
Lo que no sabía Vicuña Mackenna era que los conservadores usaban su candidatura como venganza ante el presidente Errázuriz por haber roto la fusión, no teniendo ningún interés real en el ex-intendente, por lo que lo abandonaron al poco andar. Colocado en estas circunstancias, renunció Vicuña Mackenna a su candidatura presidencial, manteniéndose siempre en el parlamento, ahora como senador por Santiago y Coquimbo (1876-1885). Se asoció a Domingo Santa María como crítico de la conducción gubernamental de la Guerra del Pacífico en su primera fase siendo un punzante crítico de don Rafael Sotomayor, ministro plenipotenciario de Guerra.
Vicuña Mackenna, en un momento de la guerra en que se necesitaba reclutar civiles para ir al frente, dio un famoso discurso de incentivación y motivación que terminó con el convencimiento de muchos civiles, terminando con su famosa frase «¡A las armas chilenos!» y luego con un «¡Viva Chile!».
Paralelo a su actividad política, Vicuña Mackenna fue también un insigne historiador, escribiendo variados libros relacionados con recopilaciones históricas y recolectando varios documentos, siendo en esta última actividad el que más ha aportado a la historiografía chilena después de José Toribio Medina.
Otra actividad social que desarrolló Vicuña Mackenna, es la de Bombero, el 8 de diciembre de 1879 jura como voluntario de la Tercera Compañía de Bomberos de Santiago, siendo elegido en esa misma sesión Director para el año 1880, por 38 votos a favor de 40 sufragios emitidos. Permaneció en el cargo durante tres años. Alejado de él, escribió el 23 de diciembre de 1883 un folletín titulado «La Cuna del Cuerpo de Bomberos», donde rindió un emocionado homenaje a sus fundadores. Fue miembro del Cuerpo de Bomberos de Santiago hasta su fallecimiento.
Fallecimiento
El día 25 de enero de 1886 instalado en su hacienda de Santa Rosa de Colmo, encerrado en su biblioteca, un ataque fulminante le hizo caer su cabeza sobre el escritorio. Había dejado este mundo, a la edad de 54 años.
Su tumba esta ubicada en un mausoleo en el Cerro Santa Lucía, en Santiago, la capital de Chile.
Legado
El cerro Santa Lucía se conserva, prácticamente, como el lo dejó y aún es un paseo de importancia en la capital salvo algunas remodelaciones e instalación de elementos modernos como teléfonos, iluminación.
Una importante avenida principal (Ex-Camino de la Cintura) de la capital lleva su nombre, además el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, ubicado en lo que era su propiedad, en la avenida que lleva su nombre (nº 94), alberga y exhibe sus reliquias materiales y preserva su memoria.
Vicuña Mackenna escribió una vasta gama de libros de historia y literatura, obra prolífica no exenta de críticas. Tuvo además una directa participación en el rescate de los manuscritos y posterior publicación de la Historia General del Reino de Chile, valiosa obra del jesuita español Diego Rosales.
Obras
Sus principales obras fueron:
Páginas de mi diario durante tres años de viaje: 1853- 1854- 1855 (1856)
El ostracismo de los Carrera (1857)
El ostracismo del general D. Bernardo O'Higgins (1860)
La independencia en el Perú (1860)
Historia de los diez años de la administración de don Manuel Montt (1862)
Vida de don Diego Portales (1863)
La guerra a muerte: memoria sobre las últimas campañas de la Independencia de Chile 1819-1824 (1868)
Historia crítica y social de la ciudad de Santiago (1541-1868) (1869)
Historia de Valparaíso: crónica política, comercial y pintoresca de su ciudad y de su puerto desde su descubrimiento hasta nuestros días, 1536-1868 (1869)
Lautaro y sus tres campañas contra Santiago. 1553-1557 (1876)
Los Lisperguer y La Quintrala (Doña Catalina de los Ríos), Episodio histórico-social con numerosos documentos inéditos. 2º edición aumentada y corregida. Ediciones de la Imprenta del Mercurio, Valparaíso (1877)
Los médicos de antaño en el Reino de Chile (1879)
Vida de Bernardo O'Higgins (1882)
Juan Fernández. Historia verdadera de la isla de Robinson Crusoe (1883)
El álbum de la gloria de Chile. Homenaje al Ejército y Armada de Chile en la memoria de sus más ilustres marinos y soldados muertos por la patria en la Guerra del Pacífico (Tomo I en 1883 y II en 1885)
La Cuna del Cuerpo. Homenaje a la Tercera Compañía de Bomberos de Santiago (1883)
Don Benjamín Vicuña Mackenna antes de su matrimonio tuvo 2 hijos, Pedro y Celia, Pedro fue mi bisabuelo, eran hijos de Manuela Villalobos que fue encerrada según ellos por problemas mentales,le arrebataron sus hijos y se los llevaron a un fundo de Maipú, ahí fueron educados por una institutriz de apellido Silva. Mi bisabuelo llevó el apellido Silva toda su vida ,su hermana Celia de lo cambió a Villalobos,mi bisabuelo está enterrado en el cementerio General junto a su esposa María Antonia López y alguno de sus hijos, sobrevivieron solo 5 de aprox 20 entre ellos mi abuela Clementina Silva Lopez, mi madre fue Clementina Tejías Silva ,es la historia que no se ha contado completa
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