martes, 20 de junio de 2017

Fuerzas Armadas de la Unión Sudafricana

En 1939 las fuerzas sudafricanas comprendían 3.553 efectivos regulares.   Fueron complementados con 14.631 hombres de la Fuerza Ciudadana Activa (FCA) que entrenaba a los voluntarios en tiempo de paz y que en tiempo de guerra formaba el grueso del ejército.

Organización

Normalmente las fuerzas sudafricanas estaban equipadas y entrenadas para la guerra en la jungla y no poseían otro tipo de unidades o entrenamiento.   Pero, después de la invasión italiana de Abisinia en 1936, el total de 27 batallones de la FCA fueron organizados en brigadas.  Cada brigada fue equipada con su propia artillería, zapadores, antiaéreos y otras armas auxiliares.  A finales de 1939, el Jefe del Estado Mayor, Sir Pierre van Ryneveld, propuso la formación de una Fuerza de Campo Móvil compuesta por dos divisiones de infantería, cada una integrada por una brigada montada y un regimiento acorazado, más la artillería y fuerzas de defensa costera.  Tal fuerza demandaba la movilización de 140 mil hombres.  Se incluyó en los planes el incremento de las estructura de las fuerzas para ser utilizadas cuando fuera necesario.

Los efectivos militares

El problema de las fuerzas africanas fue siempre la falta de hombres en edad militar.  Con una población de 2 millones y medio de personas de raza blanca, el número de hombres disponibles entre los 20 y 40 años apenas llegaba a 320 mil.  La declaración de guerra tuvo el apoyo de apenas una fracción del Parlamento y fue a todas luces impopular entre la población.  De hecho hubo una oposición minoritaria en el Parlamento que activamente estuvo en contra de la decisión del gobierno y forzó a que los mandos militares dispusieran únicamente de voluntarios al servicio.   La población Afrikánder (Boer) se negó a prestar el servicio.   La fuerte discriminación racial hacía impensable que se utilizaran hombres de raza negra en las fuerzas armadas, razón por la cual, para obtener el mayor número de combatientes, aceptaron utilizar mestizos e indios como auxiliares.  Finalmente se creó un cuerpo de nativos negros para las funciones netamente serviles en el ejército.  Algunos fueron armados para su autodefensa, pero no se les permitió entrar en combate contra fuerzas europeas.

Preparativos

Hasta la primavera de 1940 las fuerzas sudafricanas se prepararon sin muchas expectativas de entrar en combate considerando que la ley les obligaba solamente a pelear en defensa del país.  Pero, en marzo de 1940 el General Smuts, para entonces Primer Ministro, prometió una brigada de infantería para reforzar a Kenya en contra de los italianos en África Oriental.   Esta movilización requirió que se modificara la ley y que se tomara nuevo juramento a las tropas para poder servir en "cualquier lugar de África."

Movilización

El 11 de mayo de 1940, la 1ª Brigada de Infantería fue movilizada, seguida por otras 8 brigadas a fines de año.  La declaración de guerra contra Italia se hizo el 11 de junio y al mes siguiente las fuerzas se trasladaron a Kenya.  La 1ª División de Infantería integrando a las brigadas, se formó recién el 13 de agosto.  En abril de 1941 se habían movilizado más de 31 mil efectivos.

Bautizo de fuego

En el norte de África la primera actuación de las fuerzas sudafricanas ocurrió en la Operación Crusader en la cual, el 23 de noviembre de 1941, la 5ª Brigada fue destrozada en Sidi Rezegh.  A partir de ese momento, el comandante de la 1ª Brigada, el Brigadier General Dan Pienaar, actuó con extremada cautela para evitar un número mayor de bajas.  La 1ª Brigada fue destinada a defender la fortaleza de Matruh mientras la 2ª brigada quedaba en la reserva.   Los sudafricanos querían luchar bajo sus propios mandos y no bajo el mando inglés y a partir de la batalla de Gazala las brigadas pasaron a formar parte de sus propias divisiones.  Sin embargo, en Tobruk, el 21 de junio de 1942, la 2ª División sufrió un descalabro mayor y todos fueron capturados y marcharon al cautiverio.

Retirada del frente

La 1ª División luchó a la defensiva, con más o menos éxito, logrando retroceder hasta Egipto.  El General Pienaar perdió la confianza de los mandos ingleses debido a su exceso de precaución y la falta de decisión en el combate de las tropas, en consecuencia las fuerzas sudafricanas fueron retiradas de las operaciones ofensivas.  Sin embargo, en El-Alamein cumplieron un papel decoroso.

Madagascar

Desde su llegada al norte de África, la esperanza de los mandos sudafricanos era el poder convertir a las dos divisiones en formaciones acorazadas, pero carecían del equipo necesario para tales funciones.  Sin embargo, la victoria aliada en África hizo renacer las esperanzas de los mandos, quienes pensaban que podrían obtener equipos blindados y armamento moderno.   No obstante, el primer problema para el Alto mando era el escaso número de efectivos y las casi nulas probabilidades de incrementarlos.  Aunque la 3ª División fue enviada a Madagascar con equipo motorizado para defender la isla entre junio y diciembre de 1942, no pudo mantenerse por sí misma y menos convertirse en una unidad acorazada para reemplazar a la 2ª División que fue capturada.  Los mandos decidieron replegar la división a Sudáfrica a fines del año 1942, pero, habiendo concluido la guerra en África, la 1ª División estaba sin trabajo a la vista.   Los esfuerzos de los mandos militares para incrementar los cuadros se vieron perturbados por la negativa de los voluntarios que consideraban que la guerra en África había terminado y por tanto solicitaban su baja.

Egipto y Medio Oriente

Se reorganizaron los cuadros pese a la falta de efectivos.  En febrero de 1943, se formó la 6ª División Acorazada que marchó a Egipto en abril donde fue equipada y entrenada durante un año.  Se planificó la creación de la 1ª División Acorazada, pero debido a la falta de personal fue reducida a una brigada.  La aguda falta de personal obligó a los mandos a fusionar un número de regimientos para formar nuevas brigadas.  Mediante ese proceso apenas lograron acantonar en el Oriente Medio a 40.000 efectivos, previa enmienda y nuevo juramento de las tropas, para permitirles pelear fuera del continente africano.

Italia

El General Smuts ofreció a los británicos la 6ª División y un número de unidades de zapadores para prestar servicio en Italia.   Los británicos aceptaron a los zapadores, pero no les atraía la idea de aceptar a la 6ª División Acorazada, puesto que lo que más necesitaban era infantería.  No obstante en abril de 1944, desembarcaron en Tarento para encontrarse con que los británicos consideraban que una división con una brigada de infantería y una brigada acorazada no era suficiente para combatir a las fuerzas ítalo-alemanas.  Las fuerzas sudafricanas fueron reforzadas con brigadas británicas de infantería y acorazadas.

Epílogo

Inicialmente las fuerzas sudafricanas reforzadas fueron asignadas al 8º Ejército que combatió al lado del 5º Ejército de EE.UU., desde agosto de 1944 hasta el final de la guerra.  La falta de recursos humanos obligó al reforzamiento de los sudafricanos con tropas británicas y a pesar de las fuertes discriminaciones raciales, con unidades indias.   Casi concluyendo la guerra, los británicos retiraron sus brigadas y los sudafricanos debieron reorganizar nuevamente sus exiguas fuerzas.

Hasta el final de la guerra, sirvieron un total de 132 mil sudafricanos, de los cuales 9000 hombres murieron en combate

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