Los científicos nucleares Leó Szilárd, Edward Teller y
Eugene Wigner, eran refugiados judíos que venían de Hungría, y creían que la
fusión nuclear podría ser utilizada para la producción de bombas por los
alemanes, con ello convencieron a Albert Einstein de advertir al presidente
Roosevetl sobre el peligro que esto podría generar, Einstein envío la carta que
había escrito Szilárd y el 2 de agosto de 1939, el presidente la recibió, pero
en respuesta a ella incrementó las investigaciones sobre las implicaciones de
la seguridad nacional en la fisión nuclear.
Una carta inició lo que hoy se conoce como el Proyecto
Manhattan, nombre del programa nuclear de EEUU que empleó a 13 mil empleados,
todos con un objetivo, superar a los nazis, científicos alemanes que estaban
trabajando en el Proyecto Uranio, que dirigía Ernest Einsenberg.
Manhattan tenía el fin de crear una bomba atómica funcional,
cuya realización fue aprobada por Roosevelt el 9 de octubre de 1941. Después de
la detonación sobre Hiroshima, Einstein comentaría: "debería quemarme los
dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt."
Pero ¿quién era Leó Szilard? El 12 de septiembre de 1933,
seis años antes de que se descubriera la fisión nuclear y siete meses después
del descubrimiento del neutrón, este científico descubrió que era posible
liberar grandes cantidades de energía por medio de reacciones neutrónicas en
cadena. Para 1934, Léo solicitó la patente de la bomba atómica y le fue
otorgada, pero la historia tenía mucho más, pero en él tenemos al primer padre
de la bomba atómica.
Manhattan era un megaproyecto, estaban involucrados nombres
como el de Enrico ferni, quien construyó el primer reactor del mundo, con lo
que consiguió la primera reacción nuclear sostenida por la historia, alguien
más que podría ser llamado el padre de la bomba atómica.
El proyecto comenzó inicialmente en diversas universidades,
y se crearon centros específicamente diseñados para la creación de la bomba,
pero su existencia fue mantenida en secreto hasta el final de la guerra,
algunos de los empleados que trabajaban en ello no sabían a que se dedicaban.
Robert Oppenheimer fue el director del proyecto, tenía como
responsabilidad coordinar los esfuerzos de cada científico, pero en el
Manhattan cada una de las mentes más destacadas en la física de la época puso
un granito para la construcción.
Jonh Von Neuman, por ejemplo, era el experto en materia de
explosivos, el creo la Fat Man, la bomba que finalmente fue lanzada sobre
Nagasaki.
Seth Neddermeyer, por su parte, diseñó un modelo de
implosión, que podía utilizar tanto uranio como plutonio, y fue el creador de
la primera bomba que detonó como prueba el 16 de julio de 1945, era la bomba
Trinity, considerada la primera bomba nuclear en al historia.
La bomba que fue lanzada en Hiroshima el 6 de agosto de 1945
era una B- 29, basada en el modelo de Neddermeyer. Mató
a 140 mil personas; este explosivo no fue probado como la Trinity lo que podría
explicar la reacción mortal que tuvo.
El 9 de agosto se lanzó al Fat Man, en Nagsaki, que
originalmente debía caer en Kokura, pero las condiciones del clima impidieron
que llegara ahí, así que se atacó al punto secundario en Nagasaki. Esta bomba
dejó 40 mil muertes, pero tenía la fuerza de acabar
con medio millar de personas.
En la creación de la bomba atómica participaron las cabezas
más importantes de la ciencia, cada una con una teoría, un experimento, un algo
que formó la idea más mortífera, pero ninguno de ellos planeaba usarla para
destruir, pero el fin de la guerra necesitaban de la bomba, así que el
presidente Truman no dudó en ordenar su detonación.
Estos son sólo algunos de los científicos que participaron
en el Manhattan y cada uno de ellos podría llevar el título del padre de la
bomba atómica:
James Franck
Józef (Joseph) Rotblat
Richard Feynman
John von Neumann
Enrico Fermi
Otto Robert Frisch
Robert Oppenheimer
Arthur Holly Compton
Otto Robert Frisch
Niels Bohr
Emilio Gino Segrè
Paul Adrien Maurice Dirac
Arthur Holly Compton
Emilio Segré
Albert Einstein
Edward Teller
Hans Bethe
Tal como lo dice esta cita de Albert Einstein, los
científicos de los países Aliados tenían que trabajar en la bomba porque si
ellos no hubieran descubierto la fórmula, los nazis lo habrían logrado antes.
“En la actualidad, los físicos que participaron en la
construcción del arma más tremenda y peligrosa de todos los tiempos, se ven
abrumados por un similar sentimiento de responsabilidad, por no hablar de
culpa. (…)
Nosotros ayudamos a construir la nueva arma para impedir que
los enemigos de la humanidad lo hicieran antes, puesto que dada la mentalidad
de los nazis habrían consumado la destrucción y la esclavitud del resto del
mundo. (…)
Hay que desear que el espíritu que impulsó a Alfred Nobel
cuando creó su gran institución, el espíritu de solidaridad y confianza, de
generosidad y fraternidad entre los hombres, prevalezca en la mente de quienes
dependen las decisiones que determinarán nuestro destino. De otra manera la civilización
quedaría condenada.”
Einstein: Hay que ganar la paz (1945)
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