La ametralladora Gatling fue la primera arma de fuego de
repetición que tuvo éxito, combinando la fiabilidad con una alta cadencia de
disparos y la facilidad de recarga en un solo dispositivo. Fue diseñada por el
inventor estadounidense Richard Jordan Gatling en 1861 y patentada el 9 de mayo
de 1862. Actualmente, el término sistema Gatling normalmente se refiere a las
armas con un sistema de cañones rotativos similar.
Según la definición del término, la Gatling puede ser
considerada la primera "ametralladora". Las ametralladoras disparan
de forma totalmente automática gracias al aprovechamiento de parte del impulso
de los proyectiles disparados. Al principio, cuando apenas se había
desarrollado esta tecnología, la Gatling necesitaba de un impulso exterior, como
una manivela manual o un motor hidráulico o eléctrico.
Funcionamiento
El arma de Gatling era accionada a manivela y tenía seis
cañones que giraban alrededor de un eje central, basado en el arma de Puckle,
permitiendo así la recarga de los demás cañones mientras uno disparaba. Los
primeros modelos eran capaces de disparar aproximadamente 600 balas por minuto
y contaban con una estera fibrosa que se podía empapar con agua para enfriar
los cañones; esto último fue eliminado en modelos posteriores al demostrarse
ineficaz. La munición, inicialmente un cilindro de acero cargado con pólvora
negra y cebado con un fulminante (pues los cartuchos autónomos de latón todavía
no habían sido inventados), era alimentada por gravedad a través de una tolva o
un cargador insertado encima del arma. Cada cañón tenía su propio mecanismo de
disparo. Después de 1861, los cartuchos de latón, similares a los cartuchos
modernos, sustituyeron al cartucho de papel, pero Gatling no los adoptó hasta
más tarde.
El modelo de 1881 fue diseñado para utilizar el sistema de
alimentación de Bruce (las patentes US 247.158 y US 343.532) que aceptaría dos
filas de cartuchos .45/70. Mientras una fila era disparada, la otra podría ser
recargada, y así permitir el fuego sostenido. El arma final requería cuatro
operadores, de los cuales uno se encargaba de disparar, dos más de recargar y
un quinto opcional de enfriar el arma, normalmente con agua. En 1876, la
ametralladora Gatling podía disparar hasta 1.200 balas por minuto, aunque 400
eran más razonables.
Desde sus orígenes, en 1860, hasta la actualidad, la Gatling
se ha visto obligada a convivir en medio de un sentimiento contradictorio. Su
increíble cadencia de fuego provoca auténtico pavor entre quienes son blanco de
sus múltiples disparos.
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