viernes, 15 de junio de 2018

Ametralladora Gatling


La ametralladora Gatling fue la primera arma de fuego de repetición que tuvo éxito, combinando la fiabilidad con una alta cadencia de disparos y la facilidad de recarga en un solo dispositivo. Fue diseñada por el inventor estadounidense Richard Jordan Gatling en 1861 y patentada el 9 de mayo de 1862. Actualmente, el término sistema Gatling normalmente se refiere a las armas con un sistema de cañones rotativos similar.

Según la definición del término, la Gatling puede ser considerada la primera "ametralladora". Las ametralladoras disparan de forma totalmente automática gracias al aprovechamiento de parte del impulso de los proyectiles disparados. Al principio, cuando apenas se había desarrollado esta tecnología, la Gatling necesitaba de un impulso exterior, como una manivela manual o un motor hidráulico o eléctrico.

Funcionamiento

El arma de Gatling era accionada a manivela y tenía seis cañones que giraban alrededor de un eje central, basado en el arma de Puckle, permitiendo así la recarga de los demás cañones mientras uno disparaba. Los primeros modelos eran capaces de disparar aproximadamente 600 balas por minuto y contaban con una estera fibrosa que se podía empapar con agua para enfriar los cañones; esto último fue eliminado en modelos posteriores al demostrarse ineficaz. La munición, inicialmente un cilindro de acero cargado con pólvora negra y cebado con un fulminante (pues los cartuchos autónomos de latón todavía no habían sido inventados), era alimentada por gravedad a través de una tolva o un cargador insertado encima del arma. Cada cañón tenía su propio mecanismo de disparo. Después de 1861, los cartuchos de latón, similares a los cartuchos modernos, sustituyeron al cartucho de papel, pero Gatling no los adoptó hasta más tarde.​

El modelo de 1881 fue diseñado para utilizar el sistema de alimentación de Bruce (las patentes US 247.158 y US 343.532) que aceptaría dos filas de cartuchos .45/70. Mientras una fila era disparada, la otra podría ser recargada, y así permitir el fuego sostenido. El arma final requería cuatro operadores, de los cuales uno se encargaba de disparar, dos más de recargar y un quinto opcional de enfriar el arma, normalmente con agua. En 1876, la ametralladora Gatling podía disparar hasta 1.200 balas por minuto, aunque 400 eran más razonables.​

Desde sus orígenes, en 1860, hasta la actualidad, la Gatling se ha visto obligada a convivir en medio de un sentimiento contradictorio. Su increíble cadencia de fuego provoca auténtico pavor entre quienes son blanco de sus múltiples disparos.



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