¿Cómo podemos comprender que Moisés nos haya dado la Tora
como si fuese suya?
Shavuot es una época en que reavivamos nuestro amor por el
Todopoderoso dedicándonos al estudio de Su Tora. Dentro de este con-texto
analizaremos la esencia misma de este lazo de amor entre Israel y el
Todopoderoso.
Nuestros sabios nos dicen lo siguiente: "Apenas un niño
aprende a hablar, su padre debe enseñarle la Tora..." ¿Qué es la Tora?
Rabbí Janiná responde: "La Tora que Moisés nos ordenó es la herencia de la
Congregación de Yaakob" (Talmud Suca 42a). Toda nación tiene su tesoro,
patrimonio nacional que valora como su bien más preciado. Es su orgullo y lo
conserva con todas sus fuerzas. Algunas poseen las joyas de su corona,
reliquias históricas, sus obras de arte. Pero el pueblo judío tiene un tesoro
único: la Tora, "Ese preciado vehículo de D's mediante el cual se creó el
mundo" (Avot 111:18)
Por ello, el Rey de Israel ordenaba escribir dos Sifré Tora,
uno para acompañarlo donde quiera que él fuere y otro para guardarlo en su arca
(Talmud Sanhedrín 21 b). Este último sirve para recordar al rey que el tesoro
del pueblo judío no consiste en piedras preciosas o joyas sino en la Tora. Esta
es la única herencia de la Comunidad de Israel y su valor es incalculable.
Y esta es la significación del versículo que todo niño judío
debe aprender cuando empieza a hablar. (Debarim-Deuteronomio-XXXII)
Sin embargo, el Targum Onkelós (Traducción de Onkelós,
traducción sagrada al arameo de la Tora) interpreta este versículo de otra
manera: "Moisés nos dio la Tora: "Nos la legó como herencia para la
Congregación de Yaakov". ¿Cómo podemos comprender que Moisés nos haya dado
la Tora como si fuese suya?
TRES INNOVACIONES
La Guemará (Shabbat 87a) siguiente nos permitirá aclarar un
poco este problema:
"Se nos enseñó que Moisés hizo tres cosas por decisión
propia y el Todopoderoso, Bendito Sea, las aprobó. Agregó un día a los días de
preparación antes de recibir la Tora en el Monte Sinaí, se separó de su esposa
y rompió las "Lujot" (las dos Tablas de la Ley)". La Guemará
hace entonces esta pregunta: "¿Qué explicación dio Moisés? ¿Cómo justificó
sus actos?"
"Agregó un día porque interpretó el mandamiento de D's
que dice, 'Debes aprontarte hoy y mañana', implicando que así como 'mañana'
será toda una noche y un día, también debe serlo 'hoy'. Y como D's le había
hablado de día, no podía considerarse la noche anterior como parte de los dos
días.
Por lo tanto, agregó un día entero. Tosafot explica que ésta
no fue una verdadera exégesis, porque si la intención de D's hubiese sido tener
tres días de preparación,¿Cómo podemos decir que Moisés agregó un día “por decisión
propia”?
Se separó de su esposa usando un "Kal Vajómer"
(una regla lógica según la cual se deduce el caso mayor a partir del menor).
Tosafot explica nuevamente que éste tampoco fue un verdadero Kal Vajómer.
Moisés quebró las Lujot (las tablas de la ley) argumentando:
si el Korbán Pésaj (la ofrenda de Pésaj, el cordero), que es sólo una mitzvá,
no puede ser realizado por alguien que se haya apartado del Todopoderoso por
incumplimiento de la circuncisión, por ejemplo. Por lo tanto, ¿Cómo podía
Moisés entregar la Tora (o sea, todos los 613 preceptos) al pueblo de Israel si
éste había caído erróneamente en la adoración del becerro de oro? Tosafot nos
explica una vez más que éste no era un razonamiento indiscutible. Moisés podría
muy bien haberles dado la Tora y haberlos llevado de vuelta en arrepentimiento
hacia el Todopoderoso.
Todo este razonamiento de la Guemará -Talmud- nos confunde.
Pareciera que éste intenta determinar el motivo por el cual Moisés realizó
estos tres actos en los que, se apartó de la Voluntad Divina para encontrar, en
cierto modo, una justificación de ello en la Tora. Pero si Moisés en realidad
interpretó las palabras de D's de esa manera, ¿por qué dice entonces la Guemará
que actuó "por decisión propia"?. Es por esto obviamente que Tosafot
debe interpretar de otra forma las palabras de D's. ¿Entonces, cuál es el
verdadero significado de la afirmación que, "Moisés actuó por decisión
propia"? ¿Cómo debemos comprender literalmente su motivo fundamental?
LA ORDEN TÁCITA
Nuestros sabios parecen revelarnos aquí que D's no simpre
expresa abiertamente al hombre Su Voluntad. Hay veces en que considera mejor no
trasmitirla directamente ni bajo la forma de una derashá (interpretación) o
sebará (razonamiento) indiscutible. En esos casos el Todopoderoso
"alude" simplemente a Su Voluntad de tal manera que sólo será captada
por un individuo altamente inspirado y no por un ser común.
Volvemos a este mismo tema en el Tratado Yevamot (62a) con
una pequeña variación. Allí la Guemará no dice "Moisés hizo tres cosas y
el Todopoderoso lo aprobó", sino "Su motivo coincidió con el del
Ribonó Shel Olam (Soberano del mundo)". Ambas versiones en verdad forman
un todo. Cuando en el Tratado Yebamot se afirma que el Ribonó Shel Olam
concordó con Moisés, no significa que tenía otra idea al principio y que luego
apoyó el cambio hecho por Moisés. Compredemos más bien que Moisés captó
verdaderamente la voluntad tácita del Todopoderoso, que no revelaría en esa
ocasión Su Infinita Sabiduría. Esto está implícito en la pregunta siguiente de
la Guemará: "¿Qué explicación dio Moisés?" Moisés tuvo, sin duda, un
buen motivo para actuar pareciendo contradecir la Voluntad expresa de D's, sin
embargo, debido a que la derashá (interpretación) que empleó no es una derashá
a la cual otros hombres pudiesen tener fácil acceso. Sólo podía surgir del
grandiosamente y noble corazón de Moshé Rabbeinu (Moisés, nuestro maestro o
Rab).
NO FUE UNA ORDEN
Es importante recalcar que los actos que Moisés comprendió
"por sí mismo" estaban relacionados con la entrega y transmisión de
la Tora. El Ribonó Shel Olam con Su gran sabiduría decidió no ordenar al pueblo
judío que se santificara durante más de dos días para prepararse para Kabalat
HaTorá (la recepción de la Tora). Su verdadera voluntad era que lograran
elevarse a un nivel de kedushá (santidad) superior con una separación más
extensa. Pero esto no debía obtenerse en respuesta a un mandamiento divino; no
puede legislarse sobre el amor. Sólo aquel que determina por sí mismo cómo
lograr esa mayor santificación puede inspirar a los demás a hacer lo mismo. Por
ello, nuestros sabios dije-ron que Moisés agregó un día por "decisión
propia". Comprendió la voluntad de D's: guiados por Moisés. Sus hijos
debían por iniciativa propia aspirar a niveles más sublimes preparándose así
para Su mayor entrega de amor hacia ellos, la entrega de la Tora.
LUCHAS PERSONALES
Asimismo, la decisión de Moisés de separarse de su esposa
también anticipó la Voluntad Divina. Con Su Sabiduría, el Creador, sabía que
era contraproducente ordenar a Moisés que abandonase por completo su vida
matrimonial. Si se lo hubiese ordenado, Moisés, por su naturaleza humana, se
habría sentido incapaz de ser el vehículo de D's para la aceptación de la Tora.
Sin embargo, al darse cuenta por sí mismo de que esa era la Voluntad de D's y
aceptarla, se vio elevado a otra dimensión, alcanzando el nivel de Señor de
todos los Profetas, siempre preparado para recibir la Revelación divina.
EL DON DE LA PROFUNDIDAD
El hecho de que haya quebrado las Lujot (Tablas de la Ley)
es un gran enigma. Pero aquí nuevamente vemos que la Voluntad de D's era que el
pueblo de Israel no recibiera la Tora tal como había sido inscrita en la
tablas. El delito flagrante de la adoración del becerro de oro hacía que no merecieran
esa valiosa joya, prueba suprema de Su amor. Sin embargo, se lograría algo muy
positivo si Moshé captase el verdadero significado oculto al quebrar las
Tablas, las Lujot
Moshé podría haber entregado las Lujot a los israelitas
cuando bajó del monte y encontró al pueblo en acto de adoración frente al
becerro. Pero las tablas transmitían una Tora con un esquema diferente. Eran
sólo un conjunto de leyes estipuladas y mandamientos. Nada más, y su función
principal hubiese sido llevar a la congregación de Israel de vuelta en teshuvá
(arrepentimiento). No habrían captado esa profundidad temerosa, el pilpul
(discusión talmúdica), ni sebará (la lógica) que encontramos en ella.
"Moisés estaba muy acongojado por haber quebrado las
Tablas. El Todopoderoso, Bendito Sea, le dijo: "No te lamentes por las
primeras Lujot (Tablas), porque sólo eran los Aseret Ha-Diberot (los Diez
Mandamientos). Pero en las segundas Lujot les daré Halajot(leyes), Midrashot
(exegesis) y Agadot (relatos)" (Midrash Rabbah, "Ki Tissa").
Por lo tanto, vemos que este acto concordaba con la Voluntad
divina. No obstante, D's no ordenó que se destruyeran. Moisés comprendió por sí
mismo que no debía entregar estas Lujot al pueblo de Israel. Debían ser
destruidas para permitirles un nuevo comienzo. El pueblo judío debe por sí solo
llegar a la teshuvá (o arrepentimiento) y expresar su irresistible deseo de
alcanzar los niveles más sublimes de la Tora. Por ello, los últimos versos del
Deuteronomio se refieren a la destrucción de las Lujot, recalcando la grandeza
de Moisés quien se atrevió alomar esa determinación: '*Y nunca más se levantó
profeta en Israel como Moisés, a quien el Todopoderoso conocía cara a cara, en
todas las señales y prodigios que el Señor le envió para hacer en Egipto... con
mano firme y los hechos temibles que Moisés hizo ante los ojos de todo
Israel" (Devarim 34:10-12).
Ráshí nos explica lo siguiente: "mano
firme"-significa que recibió la Tora escrita en las dos Tablas con sus
manos,... "ante los ojos de todo Israel", (las últimas palabras de la
Tora), que su corazón lo indujo a romper las Lujot ante sus ojos y que el
Todopoderoso, Bendito sea, concordó con él: el Ribonó Shel Olam (Soberano del
Mundo) dijo a Moisés, Yasher Kóaj (¡bien hecho!) por haberlas quebrado.
Al narrar nuevamente la grandeza de Moisés, la Tora compara
la destrucción de las Lujot con la entrega de las mismas. Tuvo brazos "lo
suficientemente fuertes" como para aceptar las Lujot y un corazón "lo
suficientemente grande" como para quebrarlas. Esto permitió que se
produjera una Kabalat HaTorá (recepción de la Tora) de tal nivel espiritual que
se alcanzó en ella la expresión más elevada de Amor al Creador.
LA TORA DE MOISÉS
La Guemará (Talmud Nedarim 38a) nos cuenta que
"RabbíYosi beRabbíJaniná dijo que sólo se entregó la Tora a Moisés y a sus
descendientes... pero que Moisés por su generosidad se la dio a todo
Israel". Rab Jisdá, preguntó entonces: "¿No dice acaso que D's me
ordeno en ese momento enseñárselas?". Pero (según explica la Guemará) el
pilpul (Toma y dame) propio del estudio de la Tora, sólo se dio a Moisés y, por
ende, sólo él alcanzó la capacidad de tener plena comprensión de la Tora y un
razonamiento agudísimo para desentrañar sus mensajes. Y aunque debería haber
sido suya,.él se la entregó a toda la comunidad de Israel.
De hecho, si no fuera por la generosidad de Moisés, el
pueblo judío habría recibido las primeras Lujot bajo la forma de simples leyes
y juicios, y Moisés habría guardado para sí los misterios profundos de la Tora
-las sevarot (razonamientos), kushiot (preguntas), y terutzim (respuestas) que
se encuentran en las palabras de los sabios y exegetas de todas las épocas
(Tannaim y Amoraim-sabios de la época de la Mishná y Guemará- Rishonim y
Ajaronim-los primeros y últimos sabios y exegetas después que se cerró el
Talmud). Sin embargo, al romper las Lujot, Moisés estaba dando por seguro que
la comunidad de Israel recibiría finalmente la Tora entera, con toda su maravillosa
grandeza.
Por eso el Targum Onkelós nos dice lo siguiente:
"Moisés nos dio la Tora; herencia para la Congregación de Yaakov. "O
sea esta Tora que poseemos nosotros, integrantes de la Congregación de Yaakov,
en toda su integridad y extensión, es la Tora de Moisés. Es decir, herencia de
Moisés nuestro maestro para todo el pueblo de Israel.
Al pronunciar sus últimas palabras, el profeta Malají dijo
al respecto: "Recuerden la Tora de mi súbdito Moisés". Al hablar en
nombre del Todopoderoso, el profeta nos incita a recordar la Tora de Moisés.
Las palabras de Rashi en el Jumash (Pentateuco) se refieren a esa Tora:
"Nos hemos aferrado a ella y no la dejaremos"
UNA NUEVA ENTREGA DE LA TORA
También en nuestra época hemos presenciado un trágico
quebrantamiento de las tablas al ser destruidas las grandes yeshibot y centros
de Tora europeos. Sin embargo, ha habido un milagroso renacer de la Tora en
Eretz Israel, los Estados Unidos, Canadá, Argentina, México, Brasil, Panamá,
Francia y ahora hasta Rusia. Se ha dado otra oportunidad divina a nuestra
generación para que reciba nuevas Lujot de manos de la Providencia. Gracias a
eso, está surgiendo , tanto en los Estados Unidos como en Eretz Israel una
generación de jóvenes eruditos que no sólo anhelan dedicarse al estudio de la
Tora sino también al Lamdut (estudio) de los sabios que se formaron en las
grandes Yeshibot europeas que fueron destruidas.
Aún más maravilloso es ver cómo esta generación de jóvenes
mujeres renuncia a su comodidad personal y a una seguridad financiera para /
que sus esposos puedan estudiar Tora. Hay muchos baálé batim (profesionales y
empleados) que están dejando regularmente algunas horas de su tiempo de trabajo
para el estudio de la Tora y quienes reconocen el verdadero papel de la Tora
para la supervivencia del pueblo judío.
Esta es la intención del Rambam cuando dice lo siguiente
(Hiljot Talmud Tora III,I): "El pueblo judío tiene tres coronas: La Corona
de la Tora, la Corona del Sacerdote y la Corona de la Realeza. La segunda fue entregada
a Aharón, la tercera a David, pero la Corona de la Tora está disponible para
todo el pueblo de Israel y así está escrito: La Tora que nos entregó Moisés es
la herencia de la Congregación de Yaakov. Cualquiera que la desee puede
tomarla". Cuando nuestros sabios hablan de "la Corona de la
Tora" no se refieren a una memorización superficial de la ley de la Tora,
sino a la gran gloria que significa el pilpul de la Tora que perteneció a
Moisés y que él nos legó. Es por eso que el Rambam cita ese verso.
Sin duda, queda mucho por hacer todavía. No hay muchas
sombras que opacan el horizonte judío. Pero por todo lo que se ha logrado y las
grandes promesas que vemos para el futuro, debemos regocijamos con nuestra Tora
en el Yom Tov de Matán Tora (Día Festivo de la Entrega de la Tora)
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