sábado, 10 de marzo de 2018

Así viven los descendientes de los dictadores más brutales del siglo XX


El siglo XX sufrió algunos de los dictadores más brutales de la historia, personajes que el mundo no veía desde tiempos de Genghis Khan o Vlad el empalador, en la edad media.
Desde Josef Stalin, líder de la Unión Soviética, hasta Pol Pot en Camboya e Idi Amin en Uganda, numerosos líderes políticos ascendieron posiciones masacrando a ciudadanos propios y extranjeros, esclavizando a personas que consideraban inferiores, invadiendo países o cercenando libertades y derechos.
Y aun así en toda esa abultada agenda también se hicieron tiempo para formar familias y dejar descendientes.
¿Qué es de la vida de quienes cargan el nombre de estos personajes hasta nuestros días?
Algunos reniegan de su legado, otros lo celebran. Algunos eligen el bajo perfil para intentar vivir sus propias vidas, otros lo explotan.
A continuación una lista de ocho de los más brutales dictadores del último siglo y sus descendientes.

Alessandra Mussolini


La nieta del dictador italiano Benito Mussolini no reniega de su abuelo. De hecho, Alessandra, ex modelo y actriz de 55 años, tiene su propia carrera política y en 2013 ingresó al Senado de Italia representando a la coalición de partidos de derecha Forza Italia. Actualmente es miembro del Parlamento Europeo.
El año pasado saltó a los titulares cuando aseguró que su abuelo resolvería el problema de las mafias italianas "en dos o tres meses", según reportó el Financial Times.
Benito Mussolini gobernó Italia desde 1922 hasta 1945, algo más que dos o tres meses, en los que impulsó la construcción de un estado fascista represivo y de corte racial.
También invadió Etiopía y luego arrastró a su país a la Segunda Guerra Mundial a través de su alianza con el dictador nazi Adolf Hitler, antes de ser finalmente fusilado por partisanos.

Jacob Jugashvili


Este artista plástico georgiano de 46 años es bisnieto del líder de la Unión Soviética desde 1924 hasta su muerte en 1953, Josef Stalin. De acuerdo al Globe and Mail, Jugashvili renegaba de su ascendencia, pero ahora defiende al comunismo y niega las acusaciones contra su bisabuelo.
Entre estas se encuentra la de ser responsable de entre seis y siete millones de muertos a causa de las ejecuciones masivas de enemigos políticas, la deportación a los campos de trabajo forzado llamados "gulags" y la gran hambruna causada por las políticas de su dictadura.
"¿Stalin mató a millones? No, absolutamente no. Son inventos", dijo Jugashvili en una entrevista reciente al Globe and Mail. "El comunismo fue el más exitoso y único evento en la historia de la humanidad. Lo que hicimos en 50 o 60 años le tomó a Inglaterra, Francia y Holanda 150 años, porque la Unión Soviética vio el potencial de la sociedad", consideró
Habitante de la capital Tibilisi, Jugashvili vivió y estudió en Moscú y ahora intenta ganarse la vida vendiendo sus paisajes, aunque su obra ha generado más atención debido a su linaje.

Li Min y Li Ma


El fundador de la República Popular China, Mao Zedong (también conocido como Mao Tse Tung), tuvo diez hijos pero sólo Li Min (81 años) y Li Na (77) lo sobreviven. Ambas mantienen un bajo perfil y forman parte de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano asesor del gobierno.
En tanto la hija de Li Min, Kong Dongmei, tiene un perfil un poco más alto y posee un patrimonio que ronda los 620 millones de euros y se encuentra en el puesto 242 de las 500 personas más ricas en el gigante asiático.
Su abuelo fue el arquitecto de la China comunista emergida en 1949 tras la guerra civil, y gobernó en el país con diferentes títulos hasta su muerte en 1976. Esta polémica figura es vista como un héroe revolucionario, pero su legado quedó especialmente ensombrecido en su país por la violenta y represiva Revolución Cultural que encaró poco antes de morir.
De hecho la modernización y apertura que China experimentó en la década de 1980 no hubiera sido posible sin que el Partido Comunista encarara una crítica profunda a los "errores" de Mao, en particular el paquete de medidas a las que llamó el "Gran Salto Adelante".

Marko y Marija Milošević


Los hijos del dictador yugoeslavo Slobodan Milošević fueron férreos defensores del gobierno de su padre. Ahora mantienen un bajo perfil, y sólo Marija, de 49 años, continúa viviendo en la ex Yugoeslavia, hoy Montenegro
Marko, de 43 años, incluso fue ligado a los negocios de corrupción y era un hombre temido del régimen. Mientras que su hermana Marija se ha mantenido como una fuerte crítica del proceso penal al que fue sometido su padre.
Al momento de su muerte en 2006, Milošević estaba siendo juzgado por delitos contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, establecido por las Naciones Unidas (ONU), durante su presidencia de Serbia entre 1991 y 2000.
Entre sus presuntos crímenes se encuentran el asesinato y deportación de miles de albaneses en Kosovo y de todo aquel que no fuera serbio en Croacia y Serbia.

Sar Patchata


La única hija del dictador camboyano Pol Pot. Se casó en 2014, tiene 31 años y trabaja como agricultora en un campo de arroz. "Quiero encontrarme con mi padre y pasar tiempo con él en la próxima vida, si existe una", dijo al Daily Mail.
Líder de la guerrilla comunista del Khmer Rojo, Pol Pot gobernó por apenas cuatro años la Kampuchea Democrática, como llamó a Camboya durante su mandato, y llevó a cabo una operación de ingeniería social sin precedentes, forzando a los residentes de poblados a radicarse en las granjas para realizar trabajos forzados, y separando a los hijos e los padres para asegurase el adoctrinamiento de los jóvenes.
Se calcula que hasta un máximo de tres millones de camboyanos murieron en esos añospor ejecuciones sumarias, torturas, trabajos extenuantes y pobres condiciones médicas.

Raghad, Rana y Hala Hussein


Las tres hijas del dictador iraquí Saddam Hussein huyeron del país hacia el reino de Jordania, que les dio asilo, poco después de la caída de su padre en 2003. Desde entonces mantienen un bajo perfil, aunque el gobierno de Irak pretende extraditar a Raghad (50 años de edad) por su supuesto rol en financiar la insurgencia que actuó tras el derrocamiento del dictador.
Saddam Hussein gobernó Irak desde 1979 hasta 2003 al mando del partido Baath y sin aceptar oposición de ningún tipo. Durante su gobierno arrastró a su país a dos guerras desastrosas al atacar Irán (1980) y Kuwait (1991), y fue derrocado tras la invasión de Estados Unidos en 2003.
Se lo acusa de numerosas matanzas, destacando la desatada en 1988 sobre la minoría kurda, a la que reprimió con gas mostaza y agentes nerviosos causando la muerte de al menos 5.000 personas.

Jaffar Amin


El hijo de Idi Amin, tristemente célebre dictador de Uganda, fue gerente de DHL por 11 años y ahora es la voz para diferentes comerciales de empresas como Qatar Airways y Hwansung. A pesa de su bajo perfil, Jaffar (51 años) se ha convertido en un defensor de su padre, al que describió ante la revista Foreign Policy como un "incomprendido".
De acuerdo a diferentes organizaciones de Derechos Humanos citadas por la BBC, Idi Amin sería responsable de hasta 400.000 ejecuciones durante sus ocho años de mandato, incluyendo 9.000 "traidores" dentro del ejército.
Su gobierno es aún recordado como uno de los más brutales surgidos en la África poscolonial, con rumores no confirmados de canibalismo y torturas ejercidas sobre los opositores al régimen.

Arzu Enver Sadikoglu


Nieta de Enver Pasha, líder del Imperio Otomano señalado como artífice del genocidio armenio. Sadikoglu nació en 1955 y es gerente en una empresa privada, pero ha dado numerosas entrevistas en Turquía en defensa del legado de su abuelo, al que considera "un héroe", de acuerdo al Hurriyet.
Enver Pasha fue el miembro más poderoso del triunvirato de los "Tres Pasha" que gobernó el Imperio Otomano entre 1913 y 1918, pocos años antes del surgimiento de la República fundada por Mustafá Kemal Atatürk.
Los tres líderes están acusados de orquestar la exterminación sistemática de hasta 1,5 millones de armenios, en lo que llegó a conocerse como un genocidio que, hasta el día de hoy, Turquía no reconoce del todo.
En particular Enver Pasha es considerado como uno de los mayores impulsores de la expansión del Imperio Otomano y su admiración por Alemania fue instrumental en la decisión de llevar a Turquía a la Primera Guerra Mundial en alianza con  las Potencias Centrales.

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