Viernes, 7 de diciembre, 6:43 horas. Miles de ciudadanos del
estado norteamericano de Texas y de otros estados cercanos vieron una bola de
fuego muy brillante cruzar en el cielo, moviéndose de este a oeste. El
meteorito fue captado por una cámara de la NASA. Según la Agencia Espacial era
un meteorito del tamaño de una pelota de baloncesto.
La bola de fuego fue grabada a unos 800 kilómetros de la
caída por una cámara de meteoritos de la NASA situada en Mayhill (Nuevo
México). Según la agencia es algo muy inusual, lo que da fe de la magnitud del
suceso.
Un portavoz de la NASA ha afirmado que se podría tratar de
pequeños fragmentos que habrían llegado a la superficie de la Tierra,
concretamente al norte de Houston, pero ha asegurado que "de ninguna
manera podría haber golpeado a una ciudad”. Ya que era algo muy pequeño.
El meteorito de Texas sería la decimotercera caída de esta naturaleza en ese estado de
Norteamérica, donde desde 1909 se han registrado otros 12 impactos. La última
vez que sucedió algo similar en la zona fue en Ash Creek en 2009.
Según la NASA, este meteorito pertenece, muy probablemente,
a "un fragmento del cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y
Júpiter”. Sin embargo, no se puede asociar con Gemínidas, la lluvia de meteoros
que se prevé para el próximo jueves, 13 de diciembre, y cuya actividad puede
alcanzar los 120 meteoros por hora y mantenerse hasta 36 horas en ese nivel,
tal y como sucedió en 1996.
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