sábado, 10 de septiembre de 2016

Chacal de Nahueltoro


Jorge del Carmen Valenzuela Torres (San Fabián de Alico, 1922 - Chillán, 30 de abril de 1963) fue un campesino chileno, conocido por ser autor de uno de los asesinatos más recordados en ese país. A pesar de que se hizo llamar de diferentes maneras,  sus acciones delictuales lo hicieron ser conocido por la opinión pública como «el Chacal de Nahueltoro».

Hechos

Debido a su despido en el cercano pueblo de Cachapoal decide ir en búsqueda de trabajo a Coihueco, pero en una noche se queda en la casa de una familia de Nahueltoro, pueblo de paso. Allí se enamora de Rosa Rivas, una mujer de 38 años, cocinera del fundo Moticura, viuda y madre de cinco hijos pequeños. Dado que al patrón del fundo le desagradó que la mujer se emparejara con Valenzuela debido a su condición de alcohólico, la echa del fundo. La mujer, junto a Valenzuela, decide irse a vivir a "La Isla" (sector formado por el Río Ñuble).

La tarde del 20 de agosto de 1960, Valenzuela y Rosa Rivas se traban en una discusión debido a que la mujer no había podido cobrar su pensión de viudez por problemas burocráticos. Frustrado por carecer de dinero para seguir bebiendo, Valenzuela se hace de una guadaña con la que asesina a la mujer. Los hijos de ella fueron muertos uno por uno por Valenzuela en circunstancias que aún no están del todo clarificadas, aunque se sabe que una de las hijas de Rivas fue ahorcada por Valenzuela con sus propias manos, y que el bebé de la familia fue pisoteado por el Chacal provocándole la muerte. Luego de los asesinatos, Valenzuela huye del lugar, no sin antes cubrir con piedras los cadáveres de sus víctimas.

Encarcelamiento y condena

Pasados algunos días del hecho, Exequiel Dinamarca, dueño del Fundo Chacayal, encontró los cuerpos de las seis víctimas y avisó a la policía. Un mes después, carabineros arrestan al "Chacal" en una ramada. Tras 32 meses en la cárcel de Chillán fue sentenciado a muerte y, consecuentemente, fusilado por un pelotón de Gendarmería de Chile. El crimen de Jorge del Carmen es considerado uno de los hechos emblemáticos de la crónica roja chilena.

La captura de Valenzuela se realizó en el pueblo de General Cruz, comuna de Pemuco en la Región del Biobío, en la fonda montada por Oriol Jara Melo y su cuñado, Alfredo Valenzuela Mora. Este último había visto al Chacal en dicho pueblo, y una noche en la fonda "Los Tres Mosqueteros" lo invitó -haciéndose pasar por ebrio- a beber por cuenta de la casa. En ese momento, Oriol Jara cubrió al Chacal con un saco para posteriormente reducirlo entre ambos locatarios. Posteriormente Valenzuela y Jara fueron a buscar a Carabineros a Pemuco para entregar al "chacal", e incluso entre las diligencias que le encargaron a los civiles, fue acompañar a la policía uniformada hasta el lugar donde Valenzuela Torres pernoctaba entre matorrales. Consultados en aquel entonces Valenzuela y Jara señalaron que fue Carabineros quienes atraparon al Chacal de Nahueltoro.


Controversia

En torno a la condena de Valenzuela a la pena capital, se desarrolló una fuerte controversia debido a la paradoja que constituía para la sociedad chilena el que se rehabilitara al Chacal si de todos modos se le iba a dar muerte. Eloy Parra, sacerdote católico que acompañó a Valenzuela hasta su muerte fue un férreo defensor del Chacal y pidió activamente su indulto, sin resultado, al entonces presidente de Chile, Jorge Alessandri. Antes de su muerte, Valenzuela había abrazado la religión católica, había aprendido el oficio de hacer guitarras y se había arrepentido de sus crímenes, alegando que en el fondo, dada su condición precaria, nunca contó con las herramientas necesarias para tener conciencia de sus actos. En esta línea es célebre su frase de que nunca recibió «enducación de naiden» (sic). Paradójicamente, una placa instalada en el arco de entrada de la Cárcel de Chillan que acogió a Valenzuela hasta su muerte reza el siguiente lema: «Sean estas cuatro murallas manantial de reforma y fe».

Culto a su imagen

Debido a la polémica desatada por este hecho, y por la película posterior inspirada en el crimen y supuesta rehabilitación de Valenzuela, el Chacal se volvió tan popular que se generó un culto en torno a su figura, el cual tiene como eje central a la tumba de Valenzuela, en el cementerio de San Carlos, donde se realizan romerías los días 1 de noviembre (Día de Todos los Santos). Frecuentemente, gente de todo tipo hacen rogativas y petitorios a Jorge del Carmen a la usanza de los santos del catolicismo. La informal y popular canonización de este personaje se debe eminentemente a que en el colectivo chileno el Chacal representa la redención más allá de la naturaleza de los pecados cometidos. Este "culto" fue la base para el documental Bajo el sur: tras la huella de un asesino milagroso (2005) del director chileno Guillermo González, donde el actor chileno Nelson Villagra (quien interpretara al Chacal de Nahueltoro en la película basada en este) realiza una revisión del fenómeno religioso en torno a Jorge del Carmen.

El dibujante Pepo creó a Chacalito, personaje recurrente en los chistes de delincuentes de Condorito, en clara alusión al Chacal de Nahueltoro.

Además, el grupo chileno Electrodomésticos hicieron una canción inspirada en este crimen llamada Yo la quería para su disco ¡Viva Chile!.

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