viernes, 30 de noviembre de 2012

Una tarde mientras uno de los guardaespaldas leia el diario de Memphis




A Elvis le llamo la atención un artículo, en que solicitaban a los lectores hacer donaciones para una mujer de edad que estaba postrada en una silla de ruedas la cual con el paso del tiempo estaba muy deteriorada, y necesita una nueva. Cuando Elvis se enteró dio la orden de averiguar la dirección de este matrimonio y comprar una silla nueva. En el momento de ir a dejarla pasaron a Graceland para que Elvis la viera, pero se encontraron con la sorpresa que tanto Elvis como Priscilla estaban arreglados y listos para acompañarlos. Se dirigieron en una caravana de 3 autos en dirección a un barrio de negros muy pobres. Allí, Joe Esposito verificó la casa., la cual constaba de solamente 2 habitaciones y cuyas ventanas no tenían vidrios, solamente estaban tapadas con papel de diario. Elvis se bajó con Priscilla y sus guardaespaldas para entrar a la habitación donde permanecía esta señora en su silla de ruedas. Personalmente Elvis levanta a la señora y la coloca en su nueva silla que además era motorizada y acto seguido da a la mujer  un beso y deseándole una feliz navidad. Este matrimonio por su pobreza no poseía radio o televisión, y no tenían idea quien era este señor que le estaba deseando felicidades.

martes, 27 de noviembre de 2012

Michelle Pfeiffer





Michelle Marie Pfeiffer (Santa Ana, California; 29 de abril de 1958).

Además de su trabajo actoral, por el que ha sido nominada en tres ocasiones a los premios Óscar y en seis a los premios Globo de Oro, su significativa presencia mediática se debe también a su consideración como una de las mujeres más atractivas del mundo.
Pfeiffer comenzó su carrera actoral al aparecer como invitada en programas de televisión, entre los que se incluyen papeles pequeños en las series La isla de la fantasía y Delta House, a finales de los años 1970. Debutó en el cine en 1980 en el largometraje The Hollywood Knights. Posteriormente, obtuvo reconocimiento de la prensa y los críticos con la interpretación de papeles en películas como Las Amistades Peligrosas (1988), Casada con todos (1988), Los fabulosos Baker Boys (1989), La casa Rusia (1990), Frankie & Johnny (1991), Por encima de todo (1992), Batman vuelve (1992) y La edad de la inocencia (1993). Sus interpretaciones la hicieron acreedora de numerosos premios y galardones, entre ellos un premio BAFTA, un Globo de Oro y un Oso de Plata.

Primeros trabajos como actriz

Años más tarde y apoyada por su peluquero, se presenta al concurso de belleza “Miss Orange County” el cual gana. En el jurado del certamen había un cazatalentos que la contrata para intentar promocionarla, primero como modelo, rodando spots publicitarios, para más tarde colaborar como actriz en series de televisión como “Delta House”, “La Isla de la Fantasía”, “Chips" hasta conseguir ser la chica guapa en su propia serie “B.A.D. Cats”, serie que duró solamente una temporada por su bajo nivel de audiencia. Por aquella época, entre 1978 y 1981, participa también en varios telefilms, siempre como actriz secundaria. En 1980 debuta para la gran pantalla en la cinta “Volver al amor”, junto a Elliot Gould y Susannah York, en el rol de S. York cuando era adolescente. Le siguen varios trabajos en películas de escasa relevancia como “La maldición de la reina dragón” y “The Hollywood Knights”, siempre como actriz secundaria.

En 1982 le llegó la oportunidad de interpretar un papel protagonista en el musical Grease 2, como Stephanie Zinone. La película fue un fracaso de crítica y público, lo único apreciable de esta secuela fue Michelle, a la que nominaron a un premio como mejor actriz debutante. Debido al fracaso de esta cinta, la actriz estuvo más de un año sin trabajar.

1983-1989: éxito y aclamación de la crítica

Tras varios años de interpretar roles de reparto y frecuentes apariciones en televisión como invitada, Pfeiffer obtuvo amplio reconocimiento por su actuación en la película de 1983 El precio del poder. Encarnó a Elvira Hancock, una mujer adicta a la cocaína, esposa de Tony Montana (Al Pacino); allí trabajó bajo la dirección de Brian De Palma.

Después de intervenir en esta película todos los papeles que le ofrecían eran de mujer fría y calculadora, pero ella optó por uno totalmente opuesto, la doncella encantada por un maleficio en la película de aventuras Lady Halcón de Richard Donner junto a Matthew Broderick y Rutger Hauer. Tras el éxito de esta y su anterior película, a la joven actriz ya le llovían las ofertas, ya era una actriz a la que la gente reconocía pero de la que todavía no se habían aprendido el nombre. En 1985 fue la protagonista femenina de Cuando llega la noche de John Landis. Comedia que protagonizó junto al emergente actor Jeff Goldblum. Un año después es dirigida por Alan Alda en la comedia “Dulce Libertad” compartiendo cartel con Michael Caine y Bob Hoskins.

Vuelve a la televisión para protagonizar algunos telefilms y ya en 1987 se convierte en una de las tres brujas que atormentan al demonio en la comedia fantástica Las brujas de Eastwick junto a Jack Nicholson, Cher y Susan Sarandon. El enorme éxito de la película hizo que Michelle fuese una de las actrices más solicitadas de la época. Ya era toda una estrella.

En 1988 logró su primera nominación de seis consecutivas a los Globo de Oro por Casada con todos de Jonathan Demme, una disparatada comedia sobre la mafia que la emparejó con Matthew Modine y Alec Baldwin. La película fue un éxito moderado pero sirvió para que grandes directores apreciaran que tras ese extraordinario físico se escondía una actriz de talento. Su siguiente film, todavía en 1988, fue el thriller Conexión Tequila junto a Mel Gibson y Kurt Russell. Pero es Las relaciones peligrosas de Stephen Frears la película que realmente la sitúa entre las mejores actrices de la década, ganando varios premios por su interpretación y siendo nominada por primera vez a los Premio Oscar como mejor actriz secundaria. En esta cinta la acompañaban Glenn Close y John Malkovich, formando el trío protagonista, y Uma Thurman y Keanu Reeves dos actores casi debutantes, como parte del magnífico reparto. 1989 sería el año en el que Michelle ganó todos los premios que se otorgaron a la mejor actriz excepto el Premio Oscar por su participación en Los fabulosos Baker Boys del debutante Steve Kloves, donde daba vida a una cantante de salón acompañada por los pianos de los hermanos Baker, interpretados por Jeff Bridges y Beau Bridges hermanos en la vida real. Gracias a esta película y a la escena en la que canta vestida de rojo encima de un piano, es considerada como uno de los mayores sex-symbols de la historia del cine.


1990-2005: reconocimiento internacional

En 1990 protagoniza junto a Sean Connery, La Casa Rusia de Fred Schepisi, una película de espías por la que es nominada por tercera vez a los Globo de Oro. En ella da vida a un ama de casa rusa infiltrada en una trama de espionaje. Un año después, vuelve a coincidir con Al Pacino en Frankie y Johnny de Garry Marshall. Cuarta nominación a los Globo de Oro para Michelle. En esta película interpreta a una camarera poco atractiva que no cree en el amor ni en las segundas oportunidades.

En 1992 da vida a Catwoman en la segunda entrega de las aventuras de Batman en Batman Vuelve de Tim Burton junto a Michael Keaton y Danny DeVito. Es considerada la mejor Catwoman de la historia, y la convierte en la actriz, junto a Julia Roberts, mejor pagada de Hollywood. Años después, dijo que esta película era su favorita. Después vendría su tercera nominación a los Premio Oscar y quinta a los Globo de Oro, por “Por encima de todo” de Jonathan Kaplan: un drama interracial en el que trabaja con Dennis Haysbert y su memorable papel y última nominación a los Globo de Oro, por su trabajo para Martin Scorsese en La edad de la inocencia. Para muchos uno de los mejores trabajos de la actriz y también uno de los menos valorados. En la película formaba trío protagonista con Daniel Day-Lewis y Winona Ryder. Volvió a trabajar con Jack Nicholson en “Lobo” de Mike Nichols, una nueva versión del mito del hombre lobo, poco entendida pero muy exitosa. En 1995 tuvo un taquillazo con Mentes peligrosas donde interpreta a una "ex marine" que trabaja como profesora de un grupo de jóvenes problemático. Se especializó en comedias románticas primero en Intimo y personal de Jon Avnet, junto a Robert Redford y luego en Un día inolvidable de Michael Hoffman junto a George Clooney de la que también fue productora ejecutiva. Entre estas dos comedias realizó un pequeño papel para “Feliz cumpleaños, amor mio”, película menor en la que trabajó porque su marido era el productor y ella era un gran reclamo a la hora de atraer a los espectadores a las salas de cine. Siguió como productora para sus siguientes trabajos, Heredarás la tierra, drama rural que la emparejó con su amiga Jessica Lange, ambas actrices habían declarado en más de una ocasión el deseo de poder trabajar juntas. Este fue quizás uno de sus últimos grandes papeles dramáticos por el cual cosechó varios premios pero que la academia se olvidó de nominar.

En 1998 vuelve a trabajar para Michael Hoffman en la versión del clásico de Shakespeare El sueño de una noche de verano junto a Kevin Kline, Rupert Everett, Sophie Marceau y un largo etcétera. Protagonizó el drama “En lo profundo del océano” junto a Whoopi Goldberg y fue la pareja de Bruce Willis en La historia de lo nuestro de Rob Reiner. Dobló personajes en producciones animadas y, ya entrado el nuevo siglo, protagonizó junto a Harrison Ford, el thriller-psicológico Lo que la verdad esconde de Robert Zemeckis. Un enorme éxito de taquilla que fue como la guinda a una carrera de éxitos. En 2001 protagoniza junto a Sean Penn, “Yo soy Sam”. Un año después se une a Renée Zellweger, Robin Wright y Alison Lohman en el drama “La flor del mal” dando vida a la pérfida madre de la protagonista. Michelle recibió varios premios por su interpretación de manipuladora y psicótica. Después de este trabajo se apartó definitivamente del cine para dedicarse a su familia. Se mudó fuera del bullicio de Los Ángeles.

Después de 2007

Tras un período de relativa inactividad y luego de rechazar participar en el filme Las Crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario, Pfeiffer tuvo tres roles estelares en 2007. Interpretó el papel de la villana Velma Von Tussle en Hairspray, adaptación cinematográfica del musical homónimo, donde compartió escena con Nikki Blonsky John Travolta y Christopher Walken. Además, encarnó a la bruja Lamia en la película fantástica Stardust, dirigida por Matthew Vaughn y coprotagonizada por Robert De Niro.

Los siguientes largometrajes protagonizados por Pfeiffer fueron la comedia El novio de mi madre (2007) y el drama Efectos Personales (2009), dirigido por David Hollander y coprotagonizado por Ashton Kutcher y Kathy Bates. Ésta última se estrenó en una presentación especial en la ciudad de estadounidense de Iowa. Su siguiente papel cinematográfico fue en el drama Chéri, adaptado de la novela homónima de 1920, escrita por Colette, donde interpretó a la cortesana Léa de Lonval. Dirigida por Stephen Frears y con un reparto que incluía a figuras como Rupert Friend y Kathy Bates, la película se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2009.

En 2011 estrena la comedia romántica Noche de fin de año con un extenso elenco bajo la dirección de Garry Marshall, la película no es muy bien recibida ni por la crítica ni por el público.

Este 2012 estrena Sombras tenebrosas, dirigida por Tim Burton y donde actúa junto a Johnny Depp y Helena Bonham Carter, y el drama familiar People like us junto a Chris Pine.

Para el 2013 prepara bajo la dirección de Luc Besson la comedia de mafiosos Malavita, acompañada en el reparto de nuevo por Robert DeNiro y Tommy Lee Jones. También se esta planteando plantarse detrás de las cámaras para llevar a cabo la que seria su primera experiencia como directora.

domingo, 25 de noviembre de 2012

La última tentación de Krusty



La última tentación de Krusty, llamado The Last Temptation of Krust en la versión original, es un episodio perteneciente a la novena temporada de la serie animada Los Simpson. Fue escrito por Donick Cary y dirigido por Mike B. Anderson, y estrenado el 22 de febrero de 1998. El comediante Jay Leno es una de las estrellas invitadas del episodio. Bart convence a Krusty el Payaso para que aparezca en un festival de comedia organizado por Jay Leno, pero el material anticuado de Krusty no es bien recibido por la audiencia, por lo que es duramente criticado. Después de que Krusty trata de ahogar sus penas en la bebida, Bart y Jay Leno lo bañan en la casa de los Simpson, y Krusty decide anunciar su retiro. En la conferencia de prensa en la cual lo anuncia, la audiencia encuentra divertido su humor ácido, por lo que el Payaso vuelve a la comedia con un nuevo estilo, con el cual critica al consumismo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Can't Help Falling In Love




Wise men say only fools, only fools rush in
but I can't help falling in love with you
Shall I stay
would it be, would it be a sin
If I can't help falling in love with you

Like a river flows surely to the sea
Darling so it goes
some things are meant to be
take my hand, take my whole life too
for I can't help falling in love with you
for I can't help falling in love with you

martes, 20 de noviembre de 2012

Real Situado



El Real Situado o simplemente Situado (siglo XVII y siglo XVIII), era una partida anual de dinero que debía proporcionar el tesoro del virrey del Perú, en base a aportes de las cajas reales del centro argentinífero de Potosí, para solventar en Chile los gastos derivados de la Guerra de Arauco y los preparativos tendientes a dejar esa colonia en condiciones de repeler eventuales incursiones corsarias. La mayor parte del Situado se gastaba en el pago del ejército permanente y profesional de la frontera mapuche. Este ejército profesional, establecido en tiempos del gobernador Alonso de Ribera (1600-1605), fue el primero en funcionar en la América española.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Real Universidad de San Felipe

La aspiración de los santiaguinos por contar con una universidad había comenzado en 1713, gracias a la influencia del alcalde Francisco Ruiz de Berecedo. Sin embargo, fue Tomás de Azúa, quien como apoderado del Cabildo activa las gestiones en Madrid.

La labor de Azúa fue fructífera, ya que logró que Felipe V, otorgara la licencia que autoriza la fundación de la universidad con las cátedras de: "Prima de Teología, Prima de Cánones, Prima de leyes, Medicina, Maestros de la Sentencias, Matemáticas, Decretos, Instituta y dos de Artes y Lenguas". Además se estipulaba que "debían mantenerse con erogaciones de los vecinos y $5.000 del ramo de balanza".

Tomás de Azúa, en la tarde del 11 de marzo de 1747 en la sala del Cabildo, con asistencia de oidores, cabildantes y vecinos principales, es designado como el primer rector.






Tomás de Azúa, primer rector.

Casa de Moneda



La ausencia de moneda fue una traba permanente para el desarrollo comercial de Chile colonial. Buscando solución al problema, en 1548 el Cabildo de Santiago solicitó al Consejo de Indias la autorización para labrar monedas en la ciudad, petición que junto a otras cursadas en los siglos XVII y XVIII, no prosperó.

En 1733 el Cabildo de Santiago pide al Rey Felipe V, la instalación en Chile de una casa de acuñación de monedas. Frente a la demora de la respuesta Francisco García Huidobro -comerciante español avecindado en Santiago- solicita en 1741 al Rey de España, permiso para instalar una fábrica de monedas y así solucionar el problema de creación de circulante, que se producía cuando desde Perú se atrasaba el envío de monedas. Por su parte, Huidobro se comprometía a costear la instalación de la fábrica, dotarla de herramientas, pagar operarios y comprar los metales para la acuñación, pero a cambio solicitaba el cargo de Tesorero Perpetuo y el usufructo de las utilidades de la amonedación, privilegios que debían ser heredados a sus descendientes.

Por Real Cédula del 1º de octubre de 1743 el Rey de España acogió la proposición, creándose la Casa de Moneda de Chile la cual inició sus actividades en calle surponiente de Huérfanos esquina de Morandé. Las primeras monedas fueron entregadas el 10 de septiembre de 1749, ellas fueron acuñadas en oro y con un valor de media onza y llevaban el busto de Fernando VI.

En agosto de 1770 debido a la rentabilidad de la que no participaba la corona, el Rey Carlos III dicta una Real Cédula mediante la cual se incorpora la Casa de Moneda al patrimonio de la corona, poniendo fin después de 21 años, a los privilegio otorgados a García Huidobro.

En 1772 se nombra a don Mateo de Toro y Zambrano como Superintendente de la Institución, quien decidió trasladar la Casa de Moneda al Colegio Máximo de San Miguel, antigua propiedad de los jesuitas, ubicado a un costado de la iglesia de la Compañía. Sin embargo, las instalaciones no reunían las condiciones que se requerían para estas funciones, por lo que el gobierno propone construir un edificio para tal fin.

El primer lugar seleccionado fue un sitio a los pies del convento Santo Domingo, pero una crecida del Río Mapocho destruyó la obra gruesa construida. Tras la pérdida se decide encontrar una nueva ubicación.

En febrero de 1782, a solicitud del Superintendente De Toro y Zambrano, el arquitecto italiano Joaquín Toesca presenta el diseño definitivo de lo que será el nuevo edificio. Los trece pliegos de los planos fueron enviados a Lima, logrando la aprobación en 1783.

El arquitecto determinó que el lugar más apto para la construcción del edificio, era donde se encontraba el Colegio Carolino conocido entonces como el solar de los Teatinos, los terrenos ubicados en la calle Real, actual Moneda, fueron adquiridos en 9.000 pesos de la época.

En 1784 comienzan a construirse los cimientos, para lo cual se ocuparon once millones de ladrillos, roble de Maule, ciprés y alerce de Valdivia, piedras del San Cristóbal y cal de Polpaico.
Durante el gobierno de Ambrosio O'Higgins -quien consideraba que el edificio superaba en mucho la obra para la cual estaba destinado- Toesca encarga a España el resto de los materiales, los cuales fueron traídos en la fragata El África y llegaron al puerto de Valparaíso en marzo de 1792, el listado comprendió:

    104 rejas para ventanas
    42 balcones
    Chapas y pestillos
    620 clavos de media vara
    5.500 clavos de tercio
    18.000 de cuarto
    28 quintales de clavos medio tillado.

Toesca no pudo ver terminada su obra, pues murió en 1799, continuando su labor el ingeniero militar Agustín Cavallero. En 1805 y faltando algunas terminaciones, el Gobernador Luis Muñoz de Guzmán dio por inaugurada la Real Casa de Moneda de Santiago de Chile, considerado uno de los mejores y más armoniosos edificios civiles de la América Colonial.

La Real Casa de Moneda entró en funciones en su nuevo edificio construido en dos pisos en 1805. El costo aproximado fue de más o menos $ 1.000.000 de la época. Originalmente el Palacio de la Moneda tenía cien metros de frente por ciento veinticinco de fondo.

Funcionó en el edificio exclusivamente la Casa de Moneda hasta 1846, fecha en que el presidente Manuel Bulnes determinó que el Palacio de Gobierno ubicado en el costado norte de la Plaza de Armas quedaba estrecho para las actividades de gobierno, y dispuso trasladar a la Casa de Moneda la residencia de los presidentes, las oficinas de la presidencia y algunos Ministerios.

De esta manera cohabitaron durante muchos años la Presidencia de la República en el segundo piso que da a Morandé; el Ministerio del Interior, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Hacienda, la guardia de Palacio, el Tribunal de Cuentas, la Dirección de Contabilidad y los talleres de acuñación de moneda.

En 1927 cuando ya se había difundido el papel moneda como el medio de pago más habitual, la Casa de Moneda se fusiona con los Talleres de Especies Valoradas, fábrica de billetes que desde 1914 funcionaba al interior de la Quinta Normal de Agricultura. Desde ese momento se da origen a la Casa de Moneda y Especies Valoradas que en 1953 se denominaría Casa de Moneda de Chile.

Actualmente las oficinas de la Presidencia están ubicadas en el segundo piso hacia Teatinos, a continuación el Ministerio del Interior y la Secretaría General de Gobierno.

El edificio del Palacio de la Moneda construido entre 1786 y 1805, ha sufrido modificaciones y reparaciones en 1929, 1935, 1973 y 1981.

El interior del Palacio de la Moneda contiene verdaderas y auténticas joyas históricas como cuadros, columnas, relojes, espejos, alfombras, gobelinos, platería, una lámpara de cristal francés, única pieza en el mundo, que el gobierno galo ha reclamado repetidamente. Allí se encuentra también el baúl de alcanfor, el escritorio de Bernardo O'Higgins y la primera caja de la Casa de Moneda.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Jose Antonio de Rojas


José Antonio de Rojas y Ortuguren (Santiago de Chile, 1732 - Valparaíso, 1816), criollo y patriota chileno que luchó contra el dominio español durante el siglo XVIII e inicios del XIX. Perteneciente a una rica y poderosa familia, fue parte de la fallida y utópica Conspiración de los tres Antonios y fue preso político durante gran parte del proceso emancipador chileno.

Durante su juventud viajó a Europa, empapándose de las ideas de la Ilustración, regresando con una biblioteca personal de los principales filósofos e intelectuales franceses. Se relacionó en Chile con los destacados franceses Antonio Berney y Antonio Gramusset, quienes compartían sus ideales y con quienes planeó establecer en Chile un sistema republicano que aboliera las diferencias sociales y la esclavitud. En 1781, la llamada Conspiración de los tres Antonios fue detectada por las autoridades y sus líderes, apresados. Los franceses murieron en un naufragio durante su traslado al juicio en Europa. Rojas, en virtud de sus relaciones sociales, fue apresado y, tras un tiempo en prisión en España, fue devuelto a Santiago. En su casa se realizaron tertulias y fiestas que difundieron las ideas ilustradas entre los criollos, situación que en 1810 hizo crisis cuando el rey Fernando VII, prisionero de Napoleón, no pudo seguir gobernando América. Al ser sospechoso, fue detenido por orden del Gobernador Francisco Antonio García Carrasco, situación que, a la postre, llevó a la caída del gobernador y su reemplazo por el chileno Toro Zambrano. Tras el fin de la Patria Vieja, entre 1814 y 1816, fue relegado al archipiélago de Juan Fernández, junto a otros patriotas derrotados.

Tras la victoria definitiva de los patriotas en Chacabuco, regresó pero murió a los pocos días de su arribo debido a los malos tratos recibidos en su cautiverio y a su edad. No alcanzó a ver el triunfo de algunas de sus ideas. Su sobrino, José Miguel Infante de Rojas, como ministro fue quien llevó a cabo la abolición de la esclavitud en Chile en 1823.


La experiencia de José Antonio Rojas en España.

José Antonio de Rojas realizo un viaje a Europa en el que descubrió ideales dominantes en materia filosófica. Es en este viaje donde Rojas se impregna de los ideales liberales europeos, cambia su paradigma y vuelve a Chile con ideas nuevas y libros de alto calibre político. De ser un fiel y leal súbdito a su rey se volvió y cuervo rebelde en el fondo de su alma. Todo era provocado por las ideas de la ilustración, el ingreso de estos libros a Chile, es una proeza digna ser contada como la del caballo de Troya, ya que a cada libro le cambio su portada para que no fueran detectados en los puertos por el personal que revisa la entrada. Los libros tratan de la libertad del hombre y el racionamiento humano, que esto lo que provoco el cambio radical en la percepción de sus ideales.


Tasas Promulgadas en Chile (s. XVI y XVII)


Tasa de Santillán (1557)

- Las mitas, que eran turnos de trabajo.

- Se mantuvo el servicio personal, pero se limitó la edad de los indios destinados a esas labores. Del total de indios mayores de 18 años y menores de 50, llamados “de pala”, sólo podían emplearse en las minas la sexta parte y en la agricultura y demás trabajos, la quinta parte.

- Se ordenó que los indígenas que trabajaban en labores mineras tendrían derecho a recibir el “sesmo” que correspondía a la sexta parte del oro extraído.

- Se decretó que en las minas los indios deteneros debían renovarse cada 3 meses y en los lavaderos cada 4.

-Cada indio sembrador debía recibir “para su comida en cada día, un cuartillo de trigo o maíz, sal y ají”.


Tasa de Gamboa (1580)

- La sustitución del servicio personal por un tributo en oro o especies.

- Se establece que los nativos deben cancelar un impuesto de 9 pesos anual en el obispado de Santiago. En la diócesis de la Imperial se determina que los indígenas tienen derecho a elegir entre el pago en dinero o en trabajo manual.

- Se crean los cargos de corregidores de indígenas.


Tasa de Esquilache (1622)

- Prohibió esclavizar al indígena y el préstamo o alquiler de mano de obra indígena.


Tasa de Lazo de la Vega (1635)

- Abolió el trabajo personal.

- La tributación en dinero podía ser cancelada ofreciendo su trabajo por un jornal con especies.

-Autorizó a los indígenas que hayan pagado su tributo a ofrecer su trabajo libremente.

-.-

Prácticamente ninguna de las últimas tres tasas fueron cumplidas por los encomenderos en su totalidad y siempre prevalecieron las disposiciones de la primera.

Gracias a la iniciativa de Ambrosio O'Higgins, en 1789, se puso término oficial al sistema de encomiendas. La corona española determinaría su abolición definitiva en 1791. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Vida Fronteriza en la Araucania



Fracaso militar de los españoles

Al terminar la conquista hacia fines el siglo XVI, era evidente que los araucanos no podían ser sometidos y que era necesario readecuar la estrategia. Numerosos desastres y la decadencia de los lavaderos de oro impedían sostener el esfuerzo guerrero. La derrota y muerte del gobernador Oñez de Loyola en Curalaba (1598) fue seguida por el abandono de todas las ciudades situadas al sur del Biobío (Cañete, Angol, Imperial, Villarrica, Valdivia, Osorno y Santa Cruz).

Los españoles debieron renunciar a la conquista de la Araucanía y conformarse con el establecimiento de una frontera en el Biobío. Correspondió principalmente al gobernador Alonso de Ribera, prestigioso capitán de la guerra de Flandes, enfrentar la nueva situación. Una línea de fuertes aseguraría la frontera y avanzaría sólo en caso que las reducciones cercanas estuviesen realmente sometidas; pero en la práctica, la línea quedó inmóvil y solamente hubo entradas esporádicas de los destacamentos. Hasta entonces, las fuerzas españolas estaban compuestas por tropas inorgánicas, integradas en parte por los vecinos de las ciudades, que se desplazaban y combatían con escasa disciplina. Los recursos para mantenerlas eran pobres y llegaban con intermitencia.

Ribera comenzó con imponer un orden preciso en la táctica, en la marcha y en la disposición de los campamentos. Señaló con claridad el papel de la infantería y el de la caballería y apartó las columnas de bagajes que incluían a indios, mujeres y niños que solían seguir a los soldados. Una innovación importantísima fue la creación del ejército profesional, permanente y pagado, que reemplazó a la antigua modalidad de aglutinar fuerzas. Unos 2000 hombres entre oficiales y tropa integraron el ejército de Arauco. Para pagar a esas tropas, de vestirlas y alimentarlas, el rey ordenó que desde Lima se enviase cada año un real situado consistente en $ 293.000, suma muy elevada para la época. Sin embargo, aquel aporte consistía principalmente en especies para los soldados y alimentos que se adquirían en Chile. La mantención de un ejército dio mayor seguridad a la frontera y en adelante los vecinos de las ciudades pudieron dedicarse con cierta tranquilidad a sus tareas. Sólo rara vez se le requirió para la guerra. La incorporación al ejército fue una forma de ganarse la vida para muchos hombres modestos, a la vez que el aprovisionamiento de las tropas fue un estímulo para las tareas productivas.

La guerra defensiva: una quimera

Poco después de establecida la frontera, un sacerdote jesuita, el padre Luis de Valdivia, logró que se aprobase en la corte un plan para reducir a los araucanos en forma pacífica, principalmente mediante la prédica de misioneros. Mientras tanto, las fuerzas militares debían permanecer a la defensiva. La entrada de los tres primeros misioneros terminó en un desastre. Fueron asesinados por los naturales y todo el sistema fracaso.

Los estímulos de la guerra

La existencia de la frontera no puso términos a las facciones armadas. Éstas continuaron por diversas causas. Debido a la escasez de indios para el trabajo en las haciendas del centro y norte (hasta Copiapo), se logró que la corona decretarse en 1608 la esclavitud de los indios tomados en la guerra. El valor de ellos se repartía entre el gobernador, los oficiales y los soldados. La guerra adquirió así una nueva dinámica. La entrada de cualquier destacamento significaba sacar numerosos indios esclavos y luego se organizaron expediciones bajo pretexto de atacar a indios subversivos, pero con el verdadero objetivo de capturar esclavos. A estas incursiones se les llamaba malocas.

Los indígenas, por su parte, efectuaban malones como ataques sorpresivos a los puestos fronterizos y las estancias, con el fin de robar ganado, mujeres y niños. De esa manera, la lucha se repetía continuamente y dejaba su rastro de dolor y destrucción. La cacería de aborígenes condujo a un desastre de proporciones en 1654 durante el gobierno de don Antonio de Acuña y Cabrera. El gobernador había dado los más altos cargos del ejército a sus dos cuñados, los hermanos Salazar, que no tenían experiencia en la guerra de Arauco y deseaban enriquecerse rápidamente. Bajo pretexto de castigar a algunas reducciones, uno de ellos se internó con un fuerte destacamento, pero con el propósito real de tomar numerosos esclavos. Sin embargo, experimentó un descalabro y debió retirarse apresuradamente, mientras su hermano, al frente de otra partida, debía abandonar uno de los fuertes avanzados y replegarse a Concepción, en medio de actos de guerra de cobardía: mujeres y niños quedaron abandonados al enemigo.

La sublevación araucana fue formidable. Hubo que abandonar los puestos fronterizos, mientras las huestes araucanas asolaban la región y obligaban a la gente a huir al norte del río Maule. Mientras tanto, en Concepción, el pueblo, con la condescendencia del cabildo, deponía al gobernador, aunque luego fue repuesto para salvar las apariencias. La experiencia había demostrado que la esclavitud de los indígenas prisioneros era perjudicial y no solucionaba el problema de la rebeldía. Además, en el país había ido aumentando la masa mestiza y con ello la disponibilidad de mano de obra, de modo que los esclavos cobrisos no eran tan necesarios. Por todas estas circunstancias, la corte prohibió tomar nuevos esclavos en la guerra (1683).

El comercio y el mestizaje

Desde que los españoles y los araucanos entraron en contacto, experimentaron la necesidad de intercambiar especies a pesar de la violencia, la lucha y el odio. Los nativos se sentían atraídos por los artículos de hierro, las baratijas, los géneros y las cintas y estaban dispuestos a adquirirlos si no podían robarlos. Por sobre todo, les interesaban el aguardiente y el vino. Los españoles, por su parte, necesitaban alimentos y ponchos y también caballares y vacunos cuando éstos ganados se desarrollaron entre los nativos. Se estableció de ese modo un comercio intenso en el siglo XVIII que estaba perfectamente organizado. Los mercachifles atravesaban toda la Araucanía con sus recuas de mulas cargadas de productos vistosos que iban negociando de reducción en reducción. Después regresaban cobrando los animales y efectos estipulados con los caciques y sus hombres. Por su parte, los indígenas también salían a comerciar a los fuertes y las estancias.

El contacto condujo inevitablemente a la mezcla racial. Los soldados convivían con una o varias Indias y violaban impunemente a otras. Los indios hacían mujeres prisioneras en sus ataques o las robaban en cualquier incursión. Hubo así una mezcla intensa que dio origen a una vasta población mestiza que pupulaba va en la región fronteriza. Entre los araucanos, sus hijos mestizos vivían igual que los demás y no fueron pocos los hijos de caciques y españolas que alcanzaron el mando en su reducciones. El mestizo representaba la fusión de los dos pueblos y fue a la vez un agente de transculturación, esto es, de las mutuas influencias culturales.

Misiones y parlamentos

La incorporación de los indios a la fe cristiana fue una preocupación muy importante de los reyes españoles. Constantemente apoyaron esa tarea pidieron los medios para realizarla. Fue la Compañía de Jesús la que se ocupó preferentemente de la evangelización. Sus sacerdotes establecieron misiones en el sector de la frontera y también en el interior del territorio araucano llevaron una vida de grandes sacrificios y no pocos riesgos, aunque en general fueron respetados por los naturales. Los frutos espirituales de esas misiones fueron reducidos, pero los sacerdotes se conformaban con bautizar a los niños y asistir a los moribundos. Además del aspecto religioso, las misiones desempeñaron un papel como lugar de encuentro en la vida fronteriza. Los sacerdotes criaban a niños indígenas, medicinaban a los enfermos y acogían a los viajeros. Mercaderes, aventureros, caciques y destacamentos del ejército solían concurrir a las misiones.

El apaciguamiento de la frontera y la necesidad de llegar a algunos acuerdos entre españoles y araucanos condujeron a la realización de parlamentos. Estos eran reuniones del gobernador y las principales autoridades con los caciques en un lugar que se señalaba de antemano. Se considera como primer parlamento al que organizó el gobernador marqués de Baides en Quillín (1641). Por ambas partes se pronunciarán discursos prometiendo la paz, había ceremonias religiosas y se establecían algunos acuerdos. Los indígenas se comprometían a permanecer quietos, no robar en las estancias, permitir los trabajos de los misioneros e impedir que los delincuentes se refúgiase entre ellos. El gobernador, a nombre del monarca, repartía regalos a los caciques y luego, durante algunos días, los indios y la soldadesca se entregaban a grandes comisiones y borracheras. Éstas paces no eran duraderas. Algunos caciques las respetaban, pero otros las rompían antes de mucho tiempo. En todo caso, era una forma de relación y los jefes indígenas estimaban que era obligación de los españoles realizarlas de vez en cuando.

El trato pacífico permitió todavía otras modalidades de relación. En numerosas reducciones se establecieron "capitanes de amigo", encargados de vigilar lo que ocurriese, en que fueron muy respetados por los indígenas y tuvieron verdadero poder sobre ellos. Los caciques más fieles fueron distinguidos con grados militares y recibieron uniformes y otras recompensas. Finalmente, los indios comunes trabajaron en los fuertes de algunos se incorporaron a las filas.



Sergio Villalobos

viernes, 16 de noviembre de 2012

Ambrosio O'higgins


No hay registro exacto de la fecha de su nacimiento, la cual se sitúa entre 1720 y 1725, en Ballenary, Irlanda.

Los pocos datos conservados sobre los primeros años de su vida, señalan que era hijo de Carlos O'Higgins y de Margarita O'Higgins. Católico de nacimiento, Ambrosio huyó hacia España y así llegó a Cádiz, en 1749, donde, junto con ponerse a las órdenes del rey, se dedicó al comercio. Años después, hacia 1761, se fue al Perú y llegó a Chile arruinado y endeudado. Dejó el comercio para dedicarse a cooperar con el ingeniero Juan Garland en los trabajos de fortificación de Valdivia, lo que fue el punto de partida de su espectacular carrera.

El 20 de noviembre de 1761 el gobernador interino, Félix de Berroeta, le dio el título de ingeniero delineador. En 1766 regresó a España con la intención de obtener allí algún cargo, pero se le aconsejó volver a Chile y se le encomendaron varios trabajos de ingeniería.

Entre 1765 y 1770, el gobierno español ordenó construir, a instancias de don Ambrosio O'Higgins, alrededor de ocho posadas o bóvedas para dar refugio, aun en invierno, a los correos y viajeros que, cruzando la cordillera, iban hacia Mendoza. Las que son llamadas "Casas del Rey" o "Casas de la Cordillera Nevada".

El 10 de diciembre de 1770 ascendió al grado de capitán  del Cuerpo de Dragones. El 7 de abril de 1773 era teniente coronel y comandante de caballería. El 20 de marzo de 1776 ascendió a maestre de campo interino, y el 7 de septiembre de 1777, a coronel de caballería. Siguió ascendiendo, y así el 5 de julio de 1780 era comandante general e inspector de milicias; el 23 de septiembre de 1783, brigadier de caballería, y el 14 de enero de 1786 es nombrado gobernador interino de Concepción, para ascender, el 21 de noviembre d 1787, a gobernador del Reino de Chile.

Gobernó desde 1788 hasta 1796, año en que fue nombrado por el rey de España virrey de Perú, cargo que ocupó hasta el 19 de junio de 1800. Entre sus títulos nobiliarios destacan su nombramiento como barón de Ballenary (1795) y el de marqués de Osorno (1796).

Murió el 18 de marzo de 1801, a las doce del día.

Gobierno (1788-1796)

Nombrado gobernador de Chile y capitán general a la vez que presidente de la Real Audiencia. Asumió su cargo el 25 de mayo de 1788 y mientras lo ejerció realizó buena administración. Recorrió todo el país impulsando el progreso. Estructuró muchas ciudades. Organizó la agricultura, pesca, comercio y minería. Exportó productos y fomentó el trafico marítimo.

Un segundo censo de población se realizó en Chile bajo la administración del gobernador Ambrosio O'Higgins, en 1791, con fines de política económica, haciendo uso de los libros parroquiales.

Celebró un primer parlamento con los indios el 27 de febrero de 1793. Fue el primero en poner orden a las finanzas fiscales sabiéndose exactamente las entradas y los gastos. Fundó, en el norte de Chile (1788), las ciudades de Illapel, Combarbalá y Vallenar. El 31 de julio de 1791 fundó la ciudad de  Santa Rosa de los Andes. El 16 de julio de 1792, fundó el poblado de San José de Maipo. El puerto de Constitución lo fundó el 18 de junio de 1794; la ciudad de Linares, el 23 de mayo de 1794; la de Parral, el 27 de febrero de 1795. Destruida por una tribu araucana en 1602, Osorno se restauró en 1796 bajo las órdenes de Ambrosio O'Higgins.

Hizo construir el camino carretero de Santiago a Valparaíso por la cuesta de Zapata y Lo Prado (1795). Ese mismo año ordena la reorganización de la Aduana de Valparaíso. Se emprendió, durante su gobierno, la construcción de los tajamares de cal y ladrillo en el río Mapocho, para evitar los desastres que provocaban las crecidas del río. En 1791 abolió la encomienda y puso término al trabajo obligatorio de los indios.

 El 4 de marzo de 1793 Ambrosio O'Higgins celebra con los mapuches un segundo parlamento en Negrete, gracias al cual se mantuvo una paz inalterable por muchos años. Según las actas, acudieron 61 caciques y mas de dos mil mapuches. Duró tres días con los discursos y ceremonias de estilo, abundantes banquetes en que se servía a los mapuches mucha carne asada y mucho vino y gran cantidad de regalos.

Fundó en 1795 el Consulado  o Tribunal de Comercio. A través de un decreto concedía, en 1796, una mayor libertad al comercio entre indios y españoles.

Nombrado virrey del Perú por Real Orden del 30 de noviembre de 1795, dejó el gobierno de Chile (24 de mayo de 1796) a José de Rezabal y Ugarte, regente de la Real Audiencia.

Como un hecho anecdótico, la historia consigna que cuando se inician las primeras batallas de emancipación de Chile, la caballería miliciana de Las Canteras, creada por don Ambrosio O'Higgins, realizaría su primera incursión como ejército patriota en 1813 al defender la plaza de Los Ángeles del ataque español.

Ambrosio O'Higgins es considerado como el más ilustre de los gobernantes de Chile durante la Colonia.

Legado

Con seguridad, el mayor legado de O'Higgins fue su hijo; sin embargo existen también otras áreas en las que la influencia de Don Ambrosio se dejaron sentir, a saber:

La recuperación y pacificación de territorios entre Valdivia y Chiloé.

La bahía de Vallenar Bay en Alaska.

El trazado de la actual Ruta 68 de Santiago a Valparaíso.

Monumentos a O'Higgins en: la Plaza Merrion en Dublín, la placa recordatoria a orillas del río Garavogue en Sligo y también el pequeño monumento a orillas del lago Lough Arrow, en Ballenary, en Irlanda. Monumentos en Chile: Los Andes, San José de Maipo, Vallenar.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Mujer Colonial Chilena






-La mujer de la elite: Ella tuvo como misión la conservación de las tradiciones castellanas, el fomento de la religiosidad en el hogar y la consolidación del modelo de vida familiar. La familia era la fuente primaria de las reglas de vida y tuvo tres funciones: suplió al Estado en la protección de los suyos, facilitó el traspaso de bienes de adultos a jóvenes y preparó a estos últimos para la vida (de esto se desprende la importancia del rol de la mujer). En el ámbito privado, la mujeres eran amas y señoras en el hogar.
Las funciones de la mujer en el hogar eran: criar a los hijos, manejar los asuntos domésticos y velar por el cumplimiento y enseñanza de los valores culturales y morales.

- La mujer mestiza: Tuvieron que dedicarse a labores productivas o de servicio fuera de la casa: comercio, trabajo doméstico (sirvientas, blanqueadoras, costureras) y productivo (hilanderas, fabricantes de velas, y cigarreras), también trabajaron en pulperías, lo que les significó tener un mayor contacto con el exterior, con la sociedad.

-Mujer indígena: Debido a la encomienda, se desestructura la sociedad indígena y muchas mujeres quedan en el abandono. También aumenta la mortandad de indios por los duros trabajos, y por ello sus mujeres debían buscar trabajo. Se emplearon principalmente como amas de casa, donde adquirieron un gran poder y se hicieron fundamentales, pero también fueron parte activa en el comercio. Por este camino, aprendieron a usar la moneda y conocieron el idioma español incluso antes que los mismos indios.

- Mujer esclava negra: Las esclavas urbanas fueron principalmente matronas, panaderas y lavanderas. Eran propiedad de las blancas casadas (formando así parte del patrimonio familiar) y fueron consideradas como objetos, como un bien (estando bajo peores condiciones que indígenas o mestizos, aunque hubo excepciones).


martes, 13 de noviembre de 2012

Reformas Borbonicas




Las reformas borbónicas son un conjunto de cambios o medidas de orden político, administrativo, económico y, en menor medida, sociales y culturales, instalados por los Borbones durante el siglo XVIII en territorios españoles y americanos, cuyo objetivo fue la centralización del poder y la búsqueda del progreso material.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Parlamento de Negrete (1793)



Junta diplómática de la que emanó un tratado entre las autoridades coloniales españolas de Chile y los principales líderes del pueblo mapuches. La reunión se llevó a afecto del 4 al 7 de marzo de 1793, al borde del Río Biobío, en el vado fronterizo de Negrete, por iniciativa del capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile, entonces llamado Ambrosio Higgins, pero más conocido por la posterior aristocratización de su apellido a O'Higgins. Es considerado habitualmente como el más suntuoso, caro y solemne parlamento diplomático realizado en la frontera chilena del Imperio español.

El gobernador Higgins citó a la reunión con el fin de ratificar acuerdos anteriormente alcanzados con la nación mapuche, en el Parlamento de Lonquilmo, diez años antes, en 1783. En Lonquilmo el propio O'Higgins había dirigido las negociaciones, pero con el rango subalterno de brigadier, o jefe militar de la frontera.

O'Higgins se encontraba en ejercicio de su cargo desde 1788, por lo que debió parecerle prudente renovar las paces, pasado un lustro de su mandato colonial y una década desde la última junta general.
Según el acta de Negrete, por otra parte, habían fuertes signos de agitación al interior de la nación mapuche, que podía por terminar volviéndose contra los españoles. Consigna el documento que:
"ha sido muchas veces perturbada la paz interior entre varias de las naciones que componen los cuatro Butalmapus, y ha llevado sus disenciones y desabenencias hasta haber tomado las armas, robando las haciendas unos a otros, y sucedido mortandades horribles entre los de Bureu, Mulchén, Pehuenches de Rucalhue y Guenco de una parte, contra los de Angol y otras parcialidades del Butalmapu de los Llanos".
Por otra parte, el gobernador tenía especial preocupación por la realización de cada vez más frecuentes incursiones mapuches en el Virreinato del Río de la Plata, que los mapuches, en parlamentos anteriores, se habían comprometido a no repetir.

Por otro lado, al sur de los butalmapus mapuches, en el territorio huilliche, se había producido en 1792 la Rebelión de Río Bueno, lo que agregaba otro ingrediente de volatilidad en la frontera. Ante la imposibilidad de que los loncos huilliches acudan a Negrete, se realizará más al sur una reunión gemela: el Parlamento de Las Canoas (Rahue), celebrado el 8 de septiembre de 1793.

La reunión de Negrete costó a la corona la considerable suma de 10.897 pesos, gastada en su mayor parte en los regalos y agazajos, que por costumbre se brindaban a los asistentes indígenas. Estos, según las actas, incluían a 161 caciques (loncos), 16 capitanes, 11 mensajeros (aucanes), 77 "capitanejos" y 2.380 mocetones o guerreros. En total total la concurrencia era de 2.645 mapuches, sin considerar mujeres, niños y otros no contemplados.

La comitiva española contemplaba la presencia de un dibujante, Ignacio Andia y Varela, con la misión de registrar el evento. Se ha supuesto que su original habría servido de modelo la ilustración alusiva al Parlamento de Negrete que Claudio Gay incluyó en su Atlas de la historia física y política de Chile de 1854.

En la “Historia general de Chile”, escrita por el pedagogo, diplomático e historiador chileno Diego Barros Arana, se menciona:
  • “…El Gobernador se traslada al sur y celebra con los indios el parlamento de Negrete. Cuando O’Higgins hubo dejado en vía de ejecución los trabajos públicos en que había puesto tanto empeño, el camino de Valparaíso y los tajamares de Santiago, determinó trasladarse a la frontera a visitar los fuertes y las guarniciones militares, y a celebrar con los indios el parlamento de costumbre, que había ido aplazando de año en año. Comenzó por dar sus órdenes al intendente de Concepción para que citase a los indios al campamento de Negrete. O’Higgins contaba entonces setenta y dos años. Siéndole casi imposible el emprender a caballo un viaje tan largo y penoso, mandó alistar una carroza de su servicio, y en ella se puso en marcha el 2 de diciembre de 1792. Acompañábanlo entre otros funcionarios, el doctor don Ramón de Rozas, que por muerte del asesor Guzmán había entrado al ejercicio de este cargo, y el secretario de gobierno don Judas Tadeo de los Reyes. En todos los pueblos del tránsito, la comitiva del gobernador atraía de los campos vecinos un gran número de curiosos que jamás habían visto un coche recorrer aquellos caminos. El gobernador se hospedaba indiferentemente en los pueblos o en las casas de campo que hallaba en su tránsito, se imponía en todas partes de las necesidades que podía atender la administración pública, y el 24 de diciembre entraba a la villa de Los Ángeles y daba principio a sus trabajos con su acostumbrada actividad. Sin embargo, la convocación de las tribus araucanas para asistir al ceremonioso parlamento, ofrecía en esas circunstancias serias dificultades. Al sur de Valdivia, los indios, como contaremos, estaban en abierta rebelión contra los españoles, y esa rebelión, que tenía muy ocupadas a las autoridades de esa plaza, mantenía inquietas, retraídas o disimuladamente hostiles a algunas otras tribus. Los indios de la costa vecina a la Imperial se negaban a salir de sus tierras temerosos de que se quisiera castigarlos del alevoso salteo del obispo de Concepción en noviembre de 1787. A consecuencia de la campaña emprendida el año siguiente por los pehuenches contra el caudillo Llanquitur, los aliados de éste estaban recelosos y desconfiados, y ponían dificultad para concurrir al parlamento; y, aunque, al fin, atraídos por las seguridades de amistad que se les daba, y por la codicia de los regalos que se les iban a repartir, se resolvieron a presentarse en él, los enconos arraigados en los pechos de esos bárbaros, dieron origen a sangrientas pendencias que apenas podían reprimir las tropas españolas. El 27 de febrero de 1793, creyendo vencidas en su mayor parte estas dificultades, salió O’Higgins de los Ángeles, y se instaló en las ramadas que había hecho levantar en el pintoresco campo de Negrete. Allí se le fueron reuniendo el intendente de Concepción, brigadier don Francisco de Mata Linares, y cerca de 1.500 soldados de línea y de milicias y 66 oficiales efectivos o titulares. El obispo de Concepción don Francisco de Borja Maran, que después de los sucesos que acabamos de recordar, no quería tener nada que ver con los indios, y cuya asistencia al parlamento O’Higgins había resuelto evitar para no excitar los recelos y desconfianzas de los bárbaros, envió en su representación al deán de la catedral don José Tomás Roa y Alarcón. Por parte de los indios concurrieron, según las actas del parlamento, 161 caciques, 16 capitanes ancianos y de respeto, 11 mensajeros, 77 capitanejos y 2.380 mocetones, o acompañantes que acudían a aquella fiesta para alcanzar su parte en los agasajos. Los indios de la costa fueron los últimos en llegar, originando el retardo en la celebración del parlamento. En esos días se renovaron entre los indios que habían concurrido, las discordias y pendencias con todo el furor que desplegaban en sus luchas. El parlamento de Negrete, aplazado de día en día por la tardanza de algunas tribus de indios, se abrió al fin el 4 de marzo. O’Higgins comenzó la sesión con un largo y razonado discurso en que no faltan rasgos de verdadera elocuencia, y que fue traducido a los indios por los intérpretes, pero que debió producir entre ellos el mismo efecto de todos los que se pronunciaban en esas estériles e ineficaces ceremonias. Tres días se pasaron en estas conferencias, alternadas con los sencillos, pero abundantes banquetes en que se servía a los indios mucha carne asada y mucho vino. Con el aparato de costumbre, juraron éstos su amor a la paz y su sumisión al rey de España; y cuando se les hubieron repartido los regalos que se les daban en esas ocasiones, volvieron a sus tierras en medio del bullicio y de la algazara que se seguía a sus fiestas y borracheras. Aquel parlamento, en cuyo resultado no podía tener gran fe el presidente O’Higgins, pero que complacía a la Corte por el aparente sometimiento de los araucanos, había costado 10.897 pesos, suma verdaderamente enorme, dada la pobreza del tesoro real y las necesidades más premiosas que habrían podido remediarse…”

Igualmente que en otros parlamentos, los españoles tradujeron los acuerdos de las jornadas de discursos en un tratado escrito, que ocupa la mayor parte de sus puntos en ratificar acuerdos anteriores de convivencia entre ambos bandos. Tal como sucede con los documentos de anteriores reuniones, podría incluso dudarse de que los mapuches hubiesen participado en la redacción del tratado y considerarse este texto escrito como un testimonio unilateral y no como un acto íntegramente común. Aun así, las actas y tratados españoles son las únicas fuentes disponibles en estos casos.

Un ejemplo de los artículos; respecto del punto central de la soberanía y posesión de la tierra el parlamento de 1793 acordaba, a imitación de lo anteriormente pactado, que el soberano nominal de la nación mapuche era el rey de España, pero se aclara que la posesión de la tierra era conservada por la nación mapuche, por lo que se podría entender que en teoría el territorio de la Araucanía no pertenecía al Imperio español:
"...que como manteniendo S. M. a todos los indios de los cuatro Butalmapus en la posesión de las tierras que comprenden, ha conservado siempre sobre éstas el dominio alto que como a Soberano dueño de todo le corresponde".
En la práctica, el territorio era plenamente autónomo. No existiendo, siquiera, un libre tránsito asegurado para los españoles entre la frontera del Biobío y los enclaves sureños de Valdivia y Chiloé. Esto, pese a que en la teoría los acuerdos del mismo Parlamento de Negrete contemplaban una autorización de libre tránsito al respecto, aunque conveniendo en su artículo 4º:
"...la continuación del rito, o costumbre, de solicitar de los caciques por cuyas tierras pasan los caminos entre Concepción, Valdivia y Chiloé permiso para el tránsito de todo pasajero, y comerciante, y muchos más para los reales correos y transportes de tropas, pertrechos, víveres y demás efectos que de su real orden, se conducen por tierra a aquellos destinos".
El rey Carlos IV de España ratificó lo acordado en este parlamento, en una real orden expelida el 7 de diciembre de 1793.

En 1999, el Relator Especial de las Naciones Unidas para tratados, Miguel Alfonso Martínez, concluyó que los acuerdos alcanzados por parlamentos generales, como el de Negrete, podían asimilarse al estatus de un tratado internacional entre la corona española y el pueblo Mapuche.3