miércoles, 5 de febrero de 2014

Nemesiano, Marco Aurelio Olimpio

Poeta latino tardío, oriundo de Cartago, que vivió en la segunda mitad del siglo III d.C., según demuestra la dedicación de su poema Cynegetica (versos 63-78) a los emperadores Numeriano y Carino (283-284 d.C.).


Es autor de un poema didáctico sobre caza, los Cynegetica, y de cuatro églogas bucólicas. Se le atribuye también (sin certeza) un poema sobre captura de pájaros, De aucupio, del que quedan 28 versos. Se mencionan también en la Historia Augusta (Carinus XI 2) obras sobre navegación (Nautica) y pesca (Halieutica), que no se han conservado.

Las Églogas

Si en los versos 58-62 de Cynegetica hemos de entender, según parece probable, que Nemesiano ha pasado del género bucólico al didáctico, entonces el poeta escribió las Églogas en primer lugar, previamente a la composición de los Cynegetica hacia los años 283-284 d.C.

Se trata de cuatro composiciones breves, que suman juntas 319 versos. Se acusa una fuerte influencia del género bucólico cultivado por Virgilio y Calpurnio Sículo. En la égloga I, el pastor Timetas pronuncia un elogio fúnebre de Melibeo (en quien debemos ver algún protector del poeta); el poema es reminiscente del canto fúnebre por Dafnis en la égloga V de Virgilio. En la segunda égloga, que recuerda la segunda y tercera de Calpurnio, dos pastores, Idas y Alcón, enamorados de Donace, y tras haberla violado en el campo, expresan su nostalgia por la muchacha. En la tercera el dios Pan canta loas de Baco, describiendo su nacimiento, gestas y festividades (se incluye, como motivo novedoso en el género bucólico, una descripción de la vendimia); la temática mitológica recuerda la égloga VI de Virgilio. En la cuarta y última égloga leemos una competición amebea entre los pastores Licidas y Mopso, que cantan por turnos su amor no correspondido por Méroe y Yolas, respectivamente; el uso de estribillo en esta composición nos recuerda la égloga VIII de Virgilio.

Los Cynegetica

Poema didáctico sobre caza, del que sobreviven 325 hexámetros dactílicos. Comienza con un largo proemio, que nos recuerda el de Virgilio al libro III de Geórgicas, en que se rechaza la temática mitológica (vv. 15-62) y se dedica el poema a los emperadores Carino y Numeriano (63-78), sobre los que el autor promete una epopeya (63-85); a continuación, Nemesiano instruye sobre los perros de caza (101-236), caballos (259-282), redes (299-302) y trampas (303-320). El poema se interrumpe antes del tratamiento de la caza propiamente dicha.

Se discute hasta qué punto Nemesiano imita el poema de mismo título del poeta augústeo Gracio Falisco (conservado, con 540 hexámetros). Si Nemesiano tiene en cuenta a Gracio (como sugiere la gran extensión dedicada en ambos casos a los perros), al menos cambia sustancialmente el orden de exposición de la materia. Nemesiano pudo documentarse también en un poema griego, en cuatro libros y con el mismo título, de Opiano, escritor de principios del siglo III d.C.

Nemesiano carece de genio literario, pero es un buen imitador de autores anteriores y un buen versificador. Su estilo y métrica apenas revelan la época tardía en que escribió, y muestran por lo general un calidad clásica.

Pervivencia

Las Églogas de Nemesiano se han transmitido en manuscritos medievales copiadas tras las siete de Calpurnio Sículo, con atribución del conjunto de once a Calpurnio. En las primeras impresiones (incluyendo la edición príncipe, de 1471) el conjunto se sigue atribuyendo a Calpurnio, hasta que Angelo Ugoleti, en su edición de Parma (1493), distinguió las cuatro últimas como obra de Nemesiano. El alemán M. Haupt aclaró la cuestión en una monografía de 1854.

Con respecto a los Cynegetica, Jacopo Sannazaro, durante su exilio en Francia (1501-04), descubrió un manuscrito (conservado hoy) que los contenía, conjuntamente con los Halieutica pseudo-ovidianos y los Cynegetica de Gracio. La edición príncipe apareció en Venecia, en 1534.

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