lunes, 25 de septiembre de 2017

Pol Pot



(1928-1998) Militar y político camboyano, considerado responsable de Camboya bajo el régimen de los jemeres rojos (1975-1979). Nacido en la provincia de Kompong Thom, participó en la resistencia antifrancesa de Indochina liderada por Ho Chi Minh.

Pol Pot se llamaba en realidad Saloth Sar y había nacido el 19 de mayo de 1928 en la localidad camboyana de Prek Sbauv, en el seno de una familia de campesinos acomodados. El pequeño Saloth fue enviado a un monasterio budista donde se educó durante tres años, y era ya un adolescente cuando los monjes, al parecer no sin cierto embarazo, comunicaron a la familia que Saloth Sar no podía seguir sus estudios en el centro. Le costaba estudiar, explicaron. Intelectualmente, el chico no daba para mucho.

Así que Saloth se trasladó a Phnom Penh, donde su hermano mayor tenía un buen puesto como funcionario en el palacio real junto al rey Monivong. Es en esta época cuando tiene lugar una historia que quizá vaya a marcar para siempre el destino de Saloth Sar: una de sus hermanas, Sarouen, fue aceptada como integrante del cuerpo de baile de palacio, y no tardó en convertirse en concubina del rey. En la corte, Sarouen debió sufrir continuos desprecios por su condición social, y Saloth, que vivía con ella, era testigo diario de la amargura de la joven. En el adolescente empezó a fraguarse un odio profundo hacia la clase dominante que se valía de su posición para humillar a los inferiores. 

En 1946, ingresó en el ilegal Partido Comunista Indochino y más tarde realizó estudios en París, donde continuó con sus actividades políticas. Trabajó posteriormente como maestro en Phnom Penh. En 1960, participó en la fundación del Partido Popular Revolucionario Jemer (o Partido Comunista Jemer), del cual fue nombrado secretario general dos años después. En 1963, se desplazó a la selva camboyana, donde organizó el grupo guerrillero denominado Jemer Rojo.

Durante la abierta guerra civil que siguió al golpe de Estado de Lon Nol en 1970, se alió con el príncipe Norodom Sihanuk. Después de que los jemeres rojos expulsaran del poder a Lon Nol en 1975, Pol Pot ocupó la jefatura de gobierno y dirigió la evacuación de las ciudades camboyanas, obligando prácticamente a toda la población del país a trabajar como campesinos. Pol Pot fue depuesto en enero de 1979 por los vietnamitas, que habían invadido el país; a partir de entonces, desencadenó una guerra de guerrillas contra el nuevo gobierno impuesto por Vietnam. En 1982, creó un frente común con los líderes de la oposición, el príncipe Sihanuk y el antiguo primer ministro Son Sann.

Dimitió como comandante en jefe del Jemer Rojo en 1985 y permaneció incomunicado tras el establecimiento del nuevo gobierno camboyano en 1993.


Posteriormente, siguió manteniendo en la selva el movimiento guerrillero, hasta que, el 17 de junio de 1997, los jemeres rojos anunciaron mediante un mensaje radiofónico captado en Bangkok (Tailandia) que habían detenido a su líder histórico Pol Pot, el cual se encontraba huido desde hacía varios días de su campamento en Anlong Veng, en la jungla camboyana, después de asesinar a algunos de sus colaboradores y pretender dirigirse a la frontera tailandesa.

Comenzó una guerra civil de cinco años que concluiría con la victoria de los khmer rojos, quienes el 17 de abril de 1975 tomaron la capital, Phnom Penh, tras largo asedio. Al alzarse con el poder, los nuevos dirigentes aislaron al país del mundo exterior e iniciaron una brutal reorganización de sus estructuras sociales. Dos o tres millones de habitantes de Phnom Penh y de otras poblaciones fueron obligados a trasladarse a zonas rurales, amenazados por las armas, sin provisión de alimentos, agua ni atenciones médicas. Nunca se conocerán los detalles de estas marchas forzadas, pero se estima que decenas de miles de personas murieron en sus desplazamientos a consecuencia del hambre, las enfermedades y el agotamiento. Más aún: a finales de 1975, el gobierno decretó una segunda emigración en masa cuyo balance de muertos se elevó a 600.000 (el 10 por ciento de la población).En 1976, los propios refugiados refirieron que los comunistas habían matado a millares de combatientes, funcionarios y personas influyentes del antiguo régimen. El gobierno se apoderó de la propiedad privada y suprimió los salarios de los trabajadores, a quienes se retribuyó en adelante con simples alimentos racionados. A fines de 1978, una invasión procedente de Vietnam acabaría con el despótico régimen.

Muerte

El cadáver de Pol Pot (15 de abril de 1998) se encontraba tendido en la cama, cubierto sólo a medias por una sábana de color indescifrable. Llevaba puesta una camisa y unos pantalones cortos, y estaba descalzo. Junto a su cabeza, alguien había colocado dos pequeños ramos de flores y un paipay. Las únicas pertenencias que conservaba eran unas latas de conservas, una bolsa de plástico, un barreño y una cesta de mimbre.

Unos cuantos guerrilleros jemeres vigilaban el cadáver, y en una esquina de la cabaña que les había servido de vivienda, dos mujeres lloraban en silencio. Una era Sith, la hija adolescente del dictador. La otra, su segunda esposa, Mia Som, con la que llevaba una década casado en segundas nupcias mientras su primera mujer, Khieu Ponnary, se consumía recluida en un siniestro hospital psiquiátrico de Pekín.


Personalidad

A pesar de las numerosas fuentes acerca de Pol Pot y los Khmeres Rojos, la personalidad de Pol Pot en particular es un punto que genera controversias y que llama la atención de muchos como ocurre con personajes históricos de su porte. Los resultados catastróficos de su gobierno y de un régimen que pasó a la historia como uno de los más sanguinarios del siglo XX hacen que se piense en una personalidad ruda, fría y calculadora. Sin embargo, las fuentes y testimonios señalan en cambio a un hombre muy diferente.

Milton Osborne recuerda el último encuentro del príncipe Norodom Sihanouk con Pol Pot el 5 de enero de 1979, días antes de la caída del régimen:

«Haciendo casi eco de todos aquellos que pudieron conocer a Pol Pot en persona, Sihanouk recuerda la evidente carismática presencia del hombre. Su carisma no se manifestaba de manera violenta o en dramáticos estilos, sino más bien a través de una suave y gentil manera de hablar que llevaba a una intensa seducción. Sihanouk escribió cómo Pol Pot trajo a su mente al ruiseñor, que seduce a sus víctimas con sus maneras y suave voz. Al fin, cuando Pol Pot finalmente llevó su monólogo a un fin, los dos hombres se despidieron, cada uno hablando de prontas próximas reuniones».

La amabilidad de Pol Pot es siempre un elemento común señalado por los que tuvieron algún contacto con él en algún momento de su vida. Nayan Chanda menciona por su parte la primera delegación de prensa a la que se le permitió ingresar en la denominada Kampuchea Democrática en julio de 1976. Esta delegación venía de Vietnam y estaba liderada por el periodista Tran Thanh Xuan, subdirector de la Agencia de Noticias de Vietnam. Este periodista dijo:

Pol Pot me pareció más bien encantador. No sólo fue un excelente anfitrión sino que dijo en su primera entrevista [la primera que concedía en su vida] que expresaba la gratitud camboyana a los amigos y hermanos de Vietnam por su pasada asistencia y dijo que la amistad y la solidaridad entre los dos era «tanto una cuestión estratégica como un sentimiento sagrado».

El corresponsal de The New York Times, Sidney Schanberg, citado por Kenneth Quinn en su artículo Explicando el terror, escribió:

...mucha gente me pregunta: ¿cómo pudo ser que el campesino camboyano que siempre habíamos visto tan amable, encantador y sonriente y educado se convirtiera en una especie de revolucionario duro, deprimente e incluso brutal, que entró en Nom Pen el 17 de abril de 1975? No tengo respuestas. Una explicación parcial es que el sentimiento del campesinado camboyano acerca de la explotación de la tierra por parte de latifundistas, comerciantes y en general el sistema urbano fue mucho más profundo y más amargo que el que nosotros habíamos percibido. Pero hay, quizá, una respuesta más simple: la guerra. Los camboyanos fueron bombardeados por los B-52 de los Estados Unidos, encerrados entre dos bandos y secuestrados, así como sus aldeas destruidas por los Jemeres Rojos. La guerra les endureció.

En contra de lo que podría pensarse en cuanto a ver a Pol Pot como un líder único, compartía su poder con los más allegados a su pensamiento y a su proyecto político, los mismos que coinciden con el «Grupo de Estudio de París». Si bien Pol Pot es el cerebro principal, no se ponía en un lugar visible, ante lo cual se generó una característica común a los Jemeres Rojos de ocultar la identidad de los líderes e incluso de los mismos cargos. La identidad del máximo dirigente de los Jemeres Rojos solo se daría a conocer durante la constitución oficial de la Kampuchea Democrática el 5 de enero de 1976. Pero aun así el nombre de «Pol Pot» no decía nada a muchos, como lo expresa François Ponchaud en su obra «Camboya año cero» todavía en 1977:

Poco se sabe de Nuon Chea y Pol Pot. Muchos observadores piensan que Pol Pot es sólo un seudónimo de Nong Suon, pilar del comunismo camboyano desde la década de los 50; para otros es en realidad Rat Samuoneun, uno de los tres estudiantes enviados a trabajar como agente de contacto con los Vietminh-Khmer; y otros creen que es un antiguo trabajador de una plantación de caucho. Sin embargo, comparaciones de fotografías indican que Pol Pot es en realidad Saloth Sar. Nativo de Prey Sbeuv de la región de Kompung Thom e hijo de campesinos, Saloth Sar realizó un curso técnico en Nom Pen y entonces fue a Francia a estudiar en la École du Livre. Se casó con Khieu Ponnary, fue el vice-presidente del comando militar central del PNLAFK durante los años de la guerra y se dice que ha sido el secretario del Partido Comunista Khmer desde el 30 de septiembre de 1972.


En realidad, Pol Pot prefería permanecer lo más anónimo posible. La paranoia que empieza a desarrollar a partir de 1978 y que le lleva a crear un sistema nacional de sospecha, en el cual mueren muchos de los mismos Jemeres Rojos, puede tener sentido en esa actitud de mantener siempre su identidad en secreto y por lo cual se oculta en nombres como el de «Pol Pot». No existe ningún registro en el cual se diga que él o sus más altos mandos hicieron visitas a S-21 u otras prisiones posibles, tampoco a los campos de exterminio, pero sí a los frentes que combatían en las fronteras con Vietnam, en donde dirigió palabras a los soldados. Después de regresar de Francia, Saloth Sar se había dedicado a la enseñanza en Nom Pen y el haber sido profesor, además de ser un indudable intelectual, hace que se sitúe como el profesor de su proyecto en la construcción de un nuevo país y hablará siempre de una «profunda instrucción y educación del colectivo». Siempre repetirá los mismos conceptos, incluso después de la caída del régimen, que giraban alrededor de la construcción de una nueva Camboya y a una seria educación, autocrítica, crítica y permanente revisión del estilo de vida revolucionario para depurar cualquier posible contradicción.

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